BALONCESTO
El campeón de la NBA se decidirá en el último partido
Cleveland logra remontar en la serie con otra actuación épica de LeBron James
Los Cleveland Cavaliers han logrado darle la vuelta a una final de la NBA que parecía sentenciada cuando cayeron en los dos primeros partidos con marcadores de paliza. La franquicia de Ohio, liderada una vez más por un portentoso LeBron James, que ha eclipsado a Stephen Curry en este aliento final de la temporada, se impuso en casa a Golden State Warriors por 115 a 101 para forzar el séptimo partido. El campeón se decidirá el domingo en California. Tras completar posiblemente la mejor temporada de la historia de la NBA, en la que han batido más de una veintena de récords, a los Warriors se les puede escapar el anillo.
Uno de los aspectos más llamativos de esta final es que no ha habido marcadores igualados. Todos los encuentros se han resuelto con ventajas superiores a los 10 puntos y el dominio más o menos claro de uno de los contendientes. El sexto partido no fue una excepción. Desde la primera canasta, los Cavaliers dominaron en el marcador con ventajas que llegaron a alcanzar los 24 puntos en el segundo cuarto. Los Warriors salieron entre atolondrados y dormidos, imprecisos en el pase y sin acierto en el tiro. Un lujo temerario cuando se tiene enfrente a James y Kirie Irving, que venían de anotar 41 puntos cada uno en el quinto partido. Con el viento de la grada de cara, los locales se dieron un festín de baloncesto, con mates para la galería y asistencias a la cocina.
Solo hubo algo de emoción al principio del último cuarto, cuando la escuadra de Oakland se puso a siete puntos. Pero la arritmia en la afición local duró poco porque a cuatro minutos del final Curry fue expulsado tras agotar el cupo de personales. La señora del escolta, que anotó 30 puntos y fue el mejor de su equipo durante los 35 minutos que estuvo sobre el parqué, reaccionó airada en las redes sociales, acusando a la NBA –y, por ende, al arbitraje-- de querer forzar a toda costa el séptimo partido. “Lo siento pero he perdido todo el respeto. Esto está absolutamente amañado por el dinero”, escribió Ayesha Curry.
La grada local lo vio de forma muy diferente. Mientras el jugador más valioso de la temporada se marchaba con cara de pocos amigos, el respetable reclamó el testigo para LeBron. Se lo está ganando a pulso. Anoche volvió a anotar 41 puntos. Capturó ocho rebotes, dio 11 asistencias y recuperó cuatro balones. Otra exhibición. En el segundo cuarto anotó para su equipo 18 puntos consecutivos, aguando todo veleidad de remontada visitante. A su lado volvió a tener a Irving (25 puntos), pero tampoco le fallaron Tristan Thompson (15) y J.R. Smith (14).
“Está claro que quiero ganar”, dijo LeBron al acabar el partido. “Quiero dar todo lo que tengo y veremos lo que pasa. Hemos forzado el séptimo partido, va a ser divertido”. En casi medio siglo de historia, los Cavaliers no han ganado un solo anillo. El domingo tendrán la oportunidad de desafiar a la historia. Nunca antes se le ha dado la vuelta a un parcial de tres a uno en la final de la NBA.