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FÚTBOL. EUROCOPA 2016

España o el mundo al revés

El agotamiento de los titulares, la mala noche de De Gea ante Croacia y las críticas a Del Bosque dibujan un panorama muy sombrío para la selección.

El debate en la portería entre Casillas y De Gea vuelve a estar abierto. NARANJO

Publicado por
León

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IVÁN ORIO | SAINT MARTIN DE RÉ

La imagen de los futbolistas de España cuando Croacia empató a uno al filo del descanso, con las cabezas agachadas y los brazos caídos, fue un síntoma premonitorio de lo que ocurrió después. Sorprendió ver a los hombres del Vicente del Bosque cariacontecidos en el césped del Matmut Atlantique de Burdeos cuando se retiraron a los vestuarios porque el resultado todavía les garantizaba la primera plaza del grupo y un camino llevadero hacia la final de París del 10 de julio. Dio la sensación de que el sofocante calor y el desgaste en las piernas por los dos compromisos anteriores frente a la República Checa y Turquía habían hecho mella en los vigentes campeones continentales y de que intuían que en la segunda parte estaban abonados al sufrimiento.

La apuesta del seleccionador por repetir el once titular en el tercer partido para asegurar al menos un punto resultó fallida y sus jugadores terminaron fundidos y sin recursos. Públicamente tanto el técnico salmantino como su plantilla han tratado de lanzar un mensaje de optimismo moderado a pesar de la inesperada decepción ante los balcánicos. Pero de puertas adentro la cosa cambia. El propio Del Bosque habló de «silencio» y «desazón» en el vestuario al término del choque en Burdeos y los jugadores son conscientes de que la derrota ante los croatas les ha privado de una oportunidad única para afrontar el gran desafío de lograr su tercer título consecutivo por una carretera sin excesivos baches.

Ser segundos es pasar del cielo al infierno porque ‘La Roja’ necesitaría eliminar a varios de los principales candidatos a levantar el trofeo en la capital gala para plantarse en la final. Nada menos que a la eterna y emergente Italia en octavos, a la consistente y siempre férrea Alemania en cuartos y a la imprevisible anfitriona, Francia, en semifinales, si en los cruces impera la lógica. El reto es mayúsculo.

España se ha plantado en la siguiente ronda por derecho propio con dos victorias, pero está del revés por los síntomas que transmite y desde el punto de vista anímico. Que el seleccionador optara de nuevo por su bloque titular a pesar de que el equipo ya tenía los deberes hechos tiene una doble lectura que, como casi todo, depende del resultado, pero el martes quedó patente que el lugarteniente Iniesta y sus soldados estaban agotados y que el juego no fluía. Al insistir en su ‘once’ tipo, Del Bosque intentó lanzar un recado ambicioso en el sentido de que los suyos no saldrían a especular ante Croacia, pero el transcurrir del encuentro demostró que algunos de sus elegidos estaban muy justitos de forma. Sin embargo, el mensaje al banquillo fue aún más elocuente: tiene que ocurrir algo fuera de lo común que trastoque los planes previstos, como una sanción o una lesión, para abrir una puerta a los meritorios y novatos.

‘La Roja’ había sabido sobreponerse al bombazo informativo de la divulgación de un informe policial en el que aparece el nombre de David de Gea en un escándalo de índole sexual y parecía haber sofocado el incendio por las inoportunas declaraciones de Pedro en protesta por su suplencia, pero las derrotas tienen una memoria aplastante. Pero ahora se abren otras incógnitas que deberán despejarse en la próxima cita ante la rocosa Italia.