Diario de León

Poco fútbol, ultras y abdicación

La Eurocopa de Francia deja lagunas organizativas, un juego poco vistoso, peleas entre hinchas y la derrota de España en el primer cruce ante Italia.

Iniesta y Sergio Ramos, tras caer eliminados de la Eurocopa frente a Italia. GEORGI LICOVSKI

Iniesta y Sergio Ramos, tras caer eliminados de la Eurocopa frente a Italia. GEORGI LICOVSKI

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ignacio tylko | madrid

Un mes y 51 partidos después, la Eurocopa más larga de la historia y la primera con 24 selecciones en litigio, se cierra con España destronada y la sensación de que sobran duelos aburridos en una primera fase interminable y el negocio sólo resulta pingüe para la Uefa y los países menores con sueños de grandeza.

Nivel discreto de fútbol, con el mismo patrón de la táctica por bandera, líneas juntas y defensa férrea. Comportamiento por regla general excelente de los jugadores, buenos arbitrajes, proliferación de hinchas radicales y bastante equilibrio, con pocas estrellas capaces de marcar diferencias, a excepción de Antoine Griezmann, Cristiano Ronaldo y en menor medida Gareth Bale, y ninguna aportación estratégica que marque tendencia.

Aunque Francia es un país maravilloso en todos los sentidos y las diez sedes, a excepción de Saint-Denis, resultan atractivas para aficionados y turistas, la comunicación entre los modernos estadios y los centros de las ciudades resultó deficiente. Para los protagonistas, el mayor hándicap, los terrenos de juego en mal estado, secos y lentos. Incluso la Uefa exigió cambiar sobre la marcha el pasto de Lille por tepes recién traídos de Holanda, el país de la hierba.

Fracaso sin paliativos de la organización en los controles de acceso a los recintos, ya que hubo introducción sistemática de bengalas y lanzamiento masivo de los croatas en su partido ante los checos, celebrado en Saint-Étienne. Casi una decena de expedientes disciplinarios abiertos por la Uefa, saldados con advertencias y fuertes multas económicas.

España volvió a fracasar para confirmar su fin de ciclo y una triste jubilación de Vicente del Bosque, con divorció y reconciliación exprés entre el técnico y el capitán Iker Casillas. Tras caer en primer ronda en el Mundial de Brasil, en la Eurocopa fue de más a menos hasta hundirse en el fango. Victoria sufrida ante los checos, exhibición frente a Turquía, hasta el punto de ser el primer equipo del torneo que marcó tres goles, y absurdo desempeño ante los croatas, que se impusieron casi sin querer y enviaron a ‘La Roja’ al lado oscuro del torneo. Y en el primer cruce, un repaso de Italia en toda regla envió a los españoles de vuelta a casa con las orejas gachas y sensación de mal ambiente.

Gerard Piqué acusó a los jóvenes de no dar el nivel, Iker no colaboró con el cuerpo técnico, Del Bosque que bien que se lo reprochó. El grupo en general evidenció lagunas físicas, tácticas y mentales. Llegaron a Francia cansados con la tripa llena, sobre todo los profesionales del Barça y el Real Madrid. Y volvieron pidiendo a gritos un cambio de rumbo y generacional. Tras alcanzar la gloria con un Mundial y dos Europeos, la selección española ha tocado fondo. Se exige la aparición de nuevos jugadores hambrientos de éxito.

A pesar de que 36 choques de la primera fase sólo sirvieron para eliminar a ocho combinados de 24 y las potencias sufrieron más bien poco para avanzar, sí hubo sorpresas. Islandia, un pequeño país de poco más de 300.000 habitantes se codeó con las selecciones que siempre siguió por televisión y luego hizo historia al imponerse a Inglaterra en Niza. Nuevo ridículo de los ‘Pross’, que acumulan una década de fracasos en la primera eliminatoria de un gran campeonato.

Gales e Irlanda del Norte lograron históricas clasificaciones, en el caso de los galeses como primeros de grupo, empujados por la magia de Gareth Bale. No contentos con ello, los ‘dragones’ se impusieron en octavos a sus vecinos norirlandeses y luego remontaron ante los belgas para alcanzar las semifinales ante una Portugal de Cristiano Ronaldo que logró un hito: meterse en penúltima ronda sin vencer ningún partido antes de la prórroga o los penaltis.

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