«Sueño con oír el himno de España en lo alto del podio»

MIGUEL ÁNGEL TRANCA | LeÓN

Juegos, Mundial, Europeo, Nacional... la nómina de campeonatos al más alto nivel donde Lidia Valentín se ha instalado en sus peldaños más preciados no tiene fin. La berciana, sin duda la mejor haltera española de todos los tiempos aspira en Río a dotar a su palmarés de un mayor prestigio con una medalla de oro por la que ha luchado en las dos citas olímpicas precedentes y que hace unas fechas, aunque con algo de retraso, le era asignada referida a Londres donde las trampas de tres de sus rivales evitaron que escuchara el himno español. En esta ocasión y tras superar una lesión de espalda, espera hacerlo. Para ella sería el segundo oro de Olimpia.

«Para mí lo más importante es hacerlo lo mejor posible. Sé que la competición pondrá a cada uno en su sitio y el mío espero que sea el más importante. No me obsesiono con el oro pero soy consciente que si logro mis mejores marcas es una posibilidad clara. Para mí sería un honor celebrar el oro y oír el himno de mi país. Eso sí, yo vivo de realidades y todo dependerá de lo que suceda en el tapiz», remarca la haltera.

Para la bicampeona de Europa el hecho de que la sitúen como una de las favoritas, si cabe la número uno para hacerse con el título en Río, no supone una responsabilidad. «Más bien la confianza que tienen depositada en mí. Esto es deporte y si has hecho las cosas bien y trabajado duro para conseguir un objetivo seguro que estás más cerca de lograrlo. He entrenado a tope . La lesión que tuve en la espalda ya está superada y ahora sólo queda que suba al tapiz y luche por lo máximo».

La haltera berciana considera que llega a Río «en un momento muy bueno. No sé si el mejor de mi carrera pero sí uno de los que mejores sensaciones tengo. La ilusión es la máxima. Y para mí eso es lo más importante».

La haltera berciana se ha convertido en una asidua de los podios, y en muchos casos en su peldaño más alto. JESÚS DIGES

La medalla de oro asignada cuatro años después de los Juegos de Londres por el dopaje de las tres halteras que la precedieron en la clasificación (la kazaja Podobedoba, la rusa Zobolotnaya y la bielorrusa Kulesha) que le ha reportado sensaciones contrapuestas (felicidad por el reconocimiento a su calidad y limpieza en la competición y amargura porque no pudo celebrarlo en la misma competición). «Estoy muy feliz, no me lo esperaba. Estoy contenta porque se ha hecho justicia, da igual que sea cuatro años más tarde. Para mí es un día importante y de celebración, pero mi mente está pensando en Río y estoy más motivada si cabe porque la gente irá a competir limpia. Estoy muy contenta porque soy campeona olímpica». Lidia Valentín espera que el 12 de agosto pueda celebrar y ofrecer a los que siempre han estado a su lado una presea que para ella sería la segunda do oro en una competición donde participar es ya un éxito, pero para la leonesa el objetivo no se queda ahí, quiera más. «Siempre aspiro a lo máximo y trabajo duro para ello. A veces te salen las cosas y otras no, y en esta ocasión espero que el resultado sea el esperado». Para ello, considera, tendrá que estar en su mejor nivel y «levantar un kilo más que la mejor de mis rivales». Una de ellas es la norcoreana Jong Sim Rim, a priori la única que pueda hacer frente a la campeona de España y desde hace unos días defensora de la corona olímpica en la categoría de 75 kilos. «Rim tiene experiencia en estos torneos y además ha conseguido resultados sobresalientes. Sé que no me lo va a poner fácil como tampoco otras rivales pero cuento con ello». Otras dos halteras que también buscarán su lugar en el podio son Naumava y Poghosyan aunque ambas a priori deberían luchar por el tercer peldaño de la clasificación.

En una disciplina deportiva que tiene como gran escenario los Juegos cada cuatro años, Lidia llega pletórica y sabedora de que, a pesar de que por edad aún tiene por delante más oportunidades de colgarse una medalla, en Río tiene una oportunidad de oro para lucir su clase y demostrar que ya no es una candidata al podio sino a los triunfos como ha demostrado en las más relevantes competiciones internacionales. También espera que en esta ocasión no acudan halteras tramposas. «Por desgracia he vivido en algunas competiciones, y también he padecido, a rivales que no han jugado limpio. En Río confío en que todas compitan sin trampas y que además pueda superarlas», apunta una deportista para la que su larga trayectoria, jalonada con excelentes resultados, tiene como una de sus fórmulas el trabajo diario. «Son muchas y muchas horas trabajando duro para intentar llegar lo más lejos posible. Para algunos pueda parecer demasiado sacrificio pero en mi caso como amo y siento este deporte, el trabajo se lleva mejor y si además al final del camino encuentras el premio, pues perfecto».

La mejor haltera española y una de las referentes mundiales considera que con sus éxitos «tal vez se ha dado a conocer un poco más este deporte en España. Y eso, si ha sido posible gracias a mis resultados y el de otros compañeros, es un orgullo». También valora los años que lleva instalada entre la élite. «No es fácil estar tanto tiempo ahí arriba, pero si trabajas y lo das todo, no sólo en la competición, también en los entrenamientos, el camino para llegar y permanecer se allana un poco más».

Recuperada totalmente de los problemas de espalda que la llevaron a renunciar al Mundial y a pujar por la tercera corona en el Europeo, la levantadora leonesa considera que «en todo trayecto deportivo a veces tienes contratiempos como en mi caso fue el problema en la espalda. Pero no hay nada que no se pueda superar y en mi caso creo que todos esos problemas han quedado atrás y llego a los Juegos en un momento de forma destacado. Confío en mis posibilidades y en que esta vez el primer peldaño del podio puedo disfrutarlo tras la competición y no cuatro años después».

Sobre sus sensaciones si logra el título o en su caso consigue subirse al podio precisa que «serán las de una deportista que ha logrado su objetivo. Para mí sería un momento muy especial aunque hay que ir paso a paso, pensar en que tienes seis presencias en el tapiz para lograr ser la mejor y que después llegará el tiempo para celebrarlo. No quiero echar las campanas al vuelo porque esto es deporte y pueden pasar cosas que incluso no controlas como un fallo, que te lesiones e incluso que tus rivales en ese momento logren mejores marcas que tú. Cuentan muchas cosas para ser campeona. Puedes lograr lo máximo o quedarte sin nada. Así es el deporte y debes comprender que no siempre salen las cosas como deseas. Yo espero que sí».

La gimnasta berciana junto a un cartel en Río de Janeiro. GARCÍA

Lidia se ha entrenado muy duro para los Juegos. JESÚS DIGES

Lidia es consciente que aparece como una de las claras candidatas a sumar para España una medalla en los Juegos y también que junto a otros tres deportistas como Marina Alabau, Joel González y Tamara Echegoyen es la única de la delegación nacional que cuenta con un oro en Londres 2012. En Río podría alcanzar el segundo pero no se obsesiona con ello. «Con mis marcas tengo bastantes cosas a mi favor pero para ello debo ser también regular. Un fallo puede lastrar tus posibilidades por lo que hay que levantar más que tus rivales e intentar no hacer ningún nulo que evite que puedas aspirar a un peso mayor», precisa sin duda alguna una de las más destacadas representantes del deporte español que sumará en Río su tercera presencia en unos Juegos.

Para ella esta competición es ya un escenario habitual, como los triunfos. Precisamente si alcanza uno nuevo lo tiene claro. «Lo voy a celebrar a lo grande y también a dedicárselo a los que siempre me han apoyado, los que siguen mis pasos y celebrar los éxitos lo mismo que en los momentos malos han estado a mi lado».

Sabedora de que es una de las señaladas para elevar a España a una posición destacada en el palmarés y también una de las representantes femeninas con más opciones de éxito como Carolina Marín, Alabau o Ruth Beitia, la haltera berciana lo tiene claro. «Todas tenemos un mismo objetivo, y también hemos demostrado que podemos llegar muy alto. Espero que ese oro de Londres se vea acompañado ahora con el de Río, pero no voy a pensar de manera obsesiva en ello. Buscaré hacer la mejor competición y luego esperar a que esta actuación me de la alegría que espero en forma de resultado».

«Es cierto que no me obsesiono con el hecho de que puedo colgarme la medalla de oro pero si al final lo consigo logro subir a lo más alto del podio y escuchar el himno de España sería fantástico. Para mí uno de los días más emocionantes y, después de que en Londres no pudiera celebrarlo ya que el oro me ha llegado cuatro años después al descalificar a las halteras que hicieron trampa en esta ocasión la oportunidad de que pueda hacerlo es un aliciente importante».

Eso sí, es consciente que el día de la competición tiene que estar al nivel óptimo. «Llego muy bien, en todos los sentidos. Y espero demostrarlo. No estarán las rusas pero tengo a rivales muy fuertes por delante a las que debo superar. Ya lo he hecho en otras ocasiones aunque cada competición es distinta y no sabes lo que te vas a encontrar. Eso sí, yo me centraré en hacerlo lo mejor posible y luego esperar a que las otras rivales no me superen. Va a ser un día muy especial. Además, creo que puedo hacerlo muy bien y que después del último año en el que una lesión me impidió estar en el Mundial y el Europeo ahora tengo la oportunidad de volver a saborear un triunfo».

Sus altas prestaciones en las máximas competiciones son un aval importante, también el hecho de que después de sus últimas actuaciones en diferentes torneos en los últimos meses su nivel no puede ser mejor. «Voy a darlo todo. Es lo que puedo asegurar. Y si eso contempla que llega una medalla, mucho mejor». Para ella llegaría en un momento deportivamente hablando inmejorable. Con 31 años la berciana habría logrado alcanzar los objetivos más importantes y eso en un deporte como la halterofilia tan exigente y en el que mantenerse arriba es complicado supone un logro para Lidia.

El próximo viernes 12 de agosto tendrá la oportunidad de dejar patente que es una de las reinas de este deporte. Y además sumar para España una medalla que conllevaría además que la halterofilia puede dar un paso adelante en materia de difusión y conocimiento al que desde hace años ha contribuido la leonesa con sus logros. Preparados, listos, y arriba el peso para una haltera que sabe lo que hace y qué retos debe afrontar. El día 12 los Juegos.

El programa de entrenamiento de la haltera leonesa ha sido exigente con vistas al gran objetivo de ser medalla en Río. JUANJO MARTÍN