Lochte estaba "ebrio" y se inventó el asalto, según la policía de Río
Los cuatro nadadores de EEUU se negaron a pagar en una gasolinera y se pelearon con los guardias, afirma la investigación
El supuesto asalto sufrido por nadadores estadounidenses en Río de Janeiro no se produjo y los deportistas en realidad se enfrentaron a guardias de seguridad en una gasolinera de Barra de Tijuca, donde se encuentra la Villa Olímpica, según ha informado la policía brasileña este jueves.
Ryan Lochte, James Feigen, Gunnar Bentz y Jack Conger denunciaron haber sido víctimas de un asalto a punta de pistola por hombres que vestían uniformes de policía el pasado domingo. Sin embargo, el jefe de la policía Civil, Fernando Veloso, ha explicó al diario 'O Globo' que la investigación realizada demuestra que el asalto no se produjo.
DAÑOS EN EL LUGAR
Según la policía brasileña, los deportistas, "alterados y ebrios", tuvieron un enfrentamiento con agentes de seguridad en una gasolinera de Barra de Tijuca, en el oeste de la ciudad. De acuerdo con 'O Globo', los nadadores habrían provocado daños en las instalaciones y se habrían negado a pagar, lo que obligó a intervenir a los agentes de seguridad.
La Justicia brasileña prohibió el miércoles la salida del país de los cuatro mientras concluye la investigación, aunque Lochte había viajado ya a Estados Unidos. La policía impidió anoche a Gunnar Bentz y Jack Conger subir a bordo de un avión con destino a su país.
"UNA ABERRACIÓN JURÍDICA"
Los deportistas se negaron a declarar durante las cuatro horas que permanecieron en la comisaría del aeropuerto internacional de Río, tras lo cual se trasladaron a un hotel próximo. "Mis clientes fueron conducidos a declarar de manera coercitiva, lo que es una aberración jurídica. Pero lo que más impresiona es la retención del pasaporte de testimonio", afirmó el abogado de los nadadores, Sergio Guerra.
"Ellos quedaron muy asustados, sin entender por qué se les impidió embarcar", añadió la defensa. Las lagunas en la versión ofrecida por los deportistas y el vídeo que recoge su llegada a las instalaciones de la Villa Olímpica horas después del supuesto asalto, en el que aparecen con sus objetos personales, llevaron a la policía brasileña a abrir una investigación sobre la veracidad de sus declaraciones.