CICLISMO
Cistierna despide a la Vuelta y el Naranco corona a De la Cruz
El ciclista del Etixx culmina su escapada con 11 compañeros con la etapa y el liderato Los favoritos llegan juntos a la meta.
MIGUEL ÁNGEL TRANCA | OVIEDO
David de la Cruz es el nuevo líder de la Vuelta a España. Y por méritos propios tras una etapa que por segunda jornada contó con protagonismo leonés con la salida desde Cistierna y final en el Alto del Naranco. En ese terreno, de alta montaña con cinco puertos, el catalán del Etixx demostró que su presencia en la ronda ciclista no es testimonial. Todo lo contrario. David quiere ser protagonista y ayer, beneficiado por el hecho de que los gallos guardaron sus fuerzas para la etapa de Lagos y que el Movistar no hizo excesivo ademán para mantener el liderato de su jefe de filas, Nairo Quintana, lograba no sólo saborear la gloria de cruzar en primer lugar la línea de meta, también situarse en lo más alto de la general.
Y todo tras una jornada en la que la refriega del día anterior en la ascensión de La Camperona llevaba a los equipos de los favoritos a salvaguardar fuerzas. Con la etapa de Lagos a la vuelta de la esquina y la de la Cobertoria a un paso tanto Movistar como Sky, Tinkoff, BMC y Orica no se inquietaron con los intentos de fuga nada más iniciarse la jornada. El primero en intentarlo fue Dillier aunque su ilusión apenas duró dos kilómetros, los que fueron de cinco a siete. Siete después iba a formarse la escapada de la jornada y la que a la postre iba a decidir el cuadro de honor en el Alto del Naranco. Doce corredores buscaron su porción de gloria con una escapada desde lejos. Entre ellos tres españoles, Pello Bilbao, Luis León Sánchez y De la Cruz, el mejor colocado de todos ellos en el puesto 15º a 2:46 del líder Quintana.
Pero ni por esas la situación del grupo principal iba a variar. Sólo el Trek y el Dimension Data parecían interesados en echar por tierra la fuga, más por intereses de etapa que por una general que para ambas escuadras se le ha escapado de sus objetivos. Otro motivo fue el no contar con ningún integrante en el grupeto.
Fue una reacción que no llegaba a más porque de los 36 segundos con los que contaban los escapados en el kilómetro 20 al paso por Boñar su renta se elevaba al minuto ocho después y a los tres minutos en el kilómetro 40 cuando la carrera transitaba todavía por suelo leonés. Y todo en una primera hora de etapa que se iba a los 47 kilómetros de media.
De la Cruz empezaba a acercarse a su sueño de vestir de rojo y el resto de compañeros empezaban a hacer cábalas ante una posible victoria. Restaba mucha etapa pero al paso por la primera complejidad orográfica, el Puerto de San Isidro, la situación iba a tornarse incluso más favorable para la docena de fugados. Al paso por la cima, frontera entre León y Asturias, la diferencia acariciaba los cinco minutos. La que marcaba De Gendt, el primero en transitar por la cota de segunda categoría, pujando por el maillot de líder de la montaña junto a Geniez y Clarke.
El grupeto de cabeza se entendía a la perfección. Y eso que entre sus integrantes se veía con recelo la presencia de un galgo como Luis León Sánchez, por tercera ocasión en la Vuelta 2016 protagonista en la zona noble de la jornada y candidato también a la victoria.
Por detrás el Movistar pasaba a comandar el pelotón con un ritmo elevado pero sin tensar la cuerda en busca de los fugados. Erviti, Rojas y Sutherland eran los encargados de marcar la pauta manteniendo la renta entre unos y otros en los cinco minutos. Por el Alto de San Emiliano De Gendt volvía a ser el más rápido. Su lucha por el maillot de la montaña era un aliciente. Pero no el único. También el poder levantar los brazos como vencedor de la etapa. Y en esa segunda cota lo iba a intentar con un ataque al que respondían Geniez y De la Cruz. De Gendt alcanzaba un margen de 23 segundos que le iba a servir de poco ya que un acelerón de sus compañeros de escapada lo reintegraba de nuevo al pelotón. Frank era el siguiente aunque su ataque tampoco iba a llegar muy lejos. Más bien porque Devenyns y De la Cruz salían a su caza. Precisamente el primero de ellos, integrante de la fuga del día anterior, buscó su porción de gloria a poco más de 20 kilómetros para la meta del Naranco. A su estela se situaba Bakelants. Ambos ‘cazaban’ medio minuto, insuficiente dada la voracidad de sus compañeros de aventura. Un nuevo ataque de Devenyns a ocho kilómetros iba a convertirse en definitorio para el desenlace de la etapa. Junto a él se iba De la Cruz. Y ambos, en perfecta sintonía, fueron capaces de mantener un pulso intenso con los otros diez fugados a los que a falta de 5,7 kilómetros cuando el Alto del Naranco hacía acto de presencia con su ascensión ya sacaban una treintena de segundos. El pelotón, ya descartado para el triunfo, lo hacía a cuatro minutos. El triunfo parecía cosa de dos. Y ahí De La cruz, cuya calidad se ha visto ensombrecida en los últimos años por varias lesiones pero que quería responder a la confianza de su equipo, el Etixx, aceleraba su pedalada para dejar prácticamente bloqueado a Devenyns al que en apenas 600 metros iba a sacar 27 segundos, los suficientes para llevarse la etapa en la cima asturiana. Tercero en la etapa era Moser a 33 segundos y cuarto Luisle a 51.
La gloria para De la Cruz podía ser doble. A su victoria en la etapa podía añadirse el liderato. Su desventaja con Nairo era antes de la jornada de 2:46 y dado el retraso que el pelotón había acumulado parecía posible. Ni el cambio de ritmo en los kilómetros finales iba a evitar que De la Cruz lograra su segundo reto. El pelotón de gallos comandado por Valverde, Samuel Sánchez (también intentó arañar unos segundos en el tramo final), Froome, Quintana y Chaves se dejaba 2:56 que unido a las bonificaciones sitúa a De la Cruz como nuevo líder por delante de Nairo y Valverde.