LUCHA LEONESA
El Sur también existe en lucha, y quiere agarrarse a sus cintos
Matadeón de los Oteros disfrutó de la exhibición de los ‘fundamentales’.
A. Barreñada | Matadeón
Ayer se recordaba en las redes sociales una imagen ‘histórica’ de la lucha en una de sus épocas de oro: ‘El Viejo Profesor’ de Argovejo, ‘el tabique’ Ernesto, es alzado por un compañero en cuya espalda figura con justo orgullo Matadeón de los Oteros.
Por años ‘Nacho el de Matadeón’ fue el excelente baluarte de los aluches en la zona más sureña de nuestras comarcas. Ayer no lo llevaban impreso en la tela de sus camisetas, pero sí constaba que Lucía y Pablo Álvarez luchaban por Matadeón. Junto a ellos, hasta dieciséis luchadoras y luchadores, entre los que eran mayoría los de edades fundamentales, ofrecían en la localidad sureña, en el marco de unas de las fiestas emblemáticas de esos Campos, exhibición de lucha leonesa. Lo hacían en el espacio del frontón local, donde se unió el referente del deporte tradicional más autóctono de los Oteros del Rey (y otro de los leoneses olvidados), la Pelota, con el de los cintos, que hasta allí llevaban representantes de los clubes ribereños Bernesga, Sobarriba-Los Leones y del montañés San Guillermo, de su Escuela, también de Campos, de la villa de Sahagún.
Muestra de mañas para quienes no las conocían y enfrentamiento al modo tradicional de bandos para difundir la luche; después, la invitación a los agarres que aceptaban chicas y chicos de Matadeón y también de otras localidades de esa tierra del Sur leonés en la que, como tras la exhibición repetían varios de los numerosos espectadores, sería más que oportuno asentar Escuela. Hace ya unos años se quiso hacerlo en Coyanza y ayer, como mejor recompensa al esfuerzo de esos generosos fundamentales, se retomaba el deseo de lo que merece pelearse.