Accidentado corro para la tradicional romería
Santiago Fernández, Moisés, Rodrigo Fuentes y Abel I. Cabero se imponen en el antepenúltimo corro de Liga.
Jesús Martínez anotaba su entera, la semifinal Santiago Fernández, y tras ella, segunda victoria en corro para ‘el Míster’, ausente Ibán. A. B.
A. Barreñada | Manzaneda
Tradicional, y accidentado. El corro de Las Manzanedas, organizado por el ayuntamiento de Garrafe, reunía a pie de santuario a un buen número de aficionados, muchos de los cuales disfrutaban en esta jornada de lunes la romería del Torío.
Muchos aficionados, pocas gradas, y un problema inicial de falta de enganche eléctrico que retrasó el comienzo de los combates a las cinco y cuarto. Desde ahí hasta algo antes de las ocho de la tarde, agarres de 49 luchadores, con Antonio Getino y Avelino García como pareja arbitral, y dos lesiones de cierta consideración, las dos en semipesados: la de hueso de brazo sufrida por Miguel Díez de Campohermoso y la muscular en muslo de Clemente Fuertes.
No tomó parte en esta jornada el campeón de ligeros, Ibán Sánchez; fue la segunda de victoria para Santiago Fernández. ‘El Míster’ se imponía en último combate de octavos a Albertín Fernández (entera y dos medias a cero), en el que cerraba cuartos a Javier Oblanca (por entera a media), en semifinal a Jesús Martínez (una entera preciosa del de La Braña ante la media y dos enteras del de Cistierna) y, por 2-0, a ‘Filín’ en la final.
Víctor Llamazares también ausente (día laborable...) y en medios no fallaba su campeón, Moisés Vega. El primer enfrentamiento de ‘Moi’ con Diego Arce, quien le sorprendía (sacó arriba, bajó seco y asentó) con primera entera; después dos caídas a plena tracción del de Cistierna. Con dos enteras a cero pasó Moisés turno de cuartos ante su compañero Samuel Sánchez, con igual ventaja semifinal ante Marquiegui, con media inicial y dos enteras más la final ante ‘Gasi’. Una vez más estuvo en puestos destacados (cuarto tras ganarle el ‘bronce’ Marquiegui) el veterano riañés Guillermo Rodríguez.
El primer combate de semipesados lo libraban Cristian González, el de Boñar, y Miguel Díez, el de Campohermoso, compañeros de filas en el club Valle del Curueño. Primera entera para Cristian, y la segunda, al caer de la cual Miguel dejaba atrás el brazo derecho con la lamentable consecuencia de la que parece ser fractura de húmero. Con el dolor, una sola inquietud para él («¿Cuánto voy a tener que estar sin luchar?») y un profundo dolor también para su compañero, uno de los grandes y nobles de excelencia. Y a continuación, Tomás con Clemente. Primera media para el de La Vecilla, igualada para el de Tendal, quien abría las piernas, posaba mal y sufría esa lesión muscular que le hacía muy doloroso mantenerse en pie. Llevado a la silla quería reincorporarse a la luche, pero fue imposible: en la misma silla era llevado para traslado a centro médico.
Quedó casi oculto en lo anterior, pero Rodri le ganaba la final a Tomás. «Creo que ya se prepara para el Montaña-Ribera», decía quien mejor le conoce.