El Aros Hijolusa retiene su corona de campeón de Copa
M. ÁNGEL TRANCA | LeÓN
El Patatas Hijolusa Aros reeditó su título de campeón de la Copa Castilla y León de LF2 y Primera tras completar un fin de semana perfecto que le llevó a sumar dos contundentes triunfos frente al CB San Isidro y Ponce Valladolid, este último en la final por 87-54.
Las de Moses, con un plantel renovado y como viene siendo habitual con una clara apuesta por la juventud y la cantera, no dio opción a sus rivales en un torneo que levantaba el telón para ellas en semifinales. Y con el San Isidro como rival al que superaron de manera contundente por 89-45.
Su rival en la batalla final por el título iba a ser el Ponce UVA de Valladolid que en el otro envite de semifinales había derrotado al otro equipo leonés presente en la competición, el Agustinos Eras. Pero esa lucha se convirtió desde el salto inicial en un mano a mano desigual ya que las leonesas pronto dejaron claras sus intenciones y también la diferencia de potencial tanto a nivel individual como de equipo con las vallisoletanas.
Apoyadas en la solvencia bajo el aro de María Herrero, Paloma González e Itsaso Conde y en el acierto ante el aro de la propia Conde, Marta Canella, Patricia Benet, Tania González y Andrea Alcántara, las leonesas lograban en apenas diez minutos doblar a su oponente al que ya superaban por 24-11. Su superioridad en todas las facetas del juego se entendía al segundo cuarto con otro parcial favorable al Patatas Hijolusa Aros que le permitía irse al descanso con 13 puntos de renta en el electrónico.
El paso por vestuarios no iba a diluir el rodillo de las de Moses que elevaban su margen de ventaja a los 23 puntos a falta de diez minutos para la conclusión (71-38). El último cuarto iba a ser también un paseo parea las leonesas que dejaban el partido en un claro 87-54 con el que repetían en lo más alto de la Copa.
Agustinos Eras, tercero
El Agustinos Eras cerraba su participación en el torneo autonómico con la tercera posición del podio tras superar al CB San Isidro por 80-73. Las leonesas, que cedían en las semifinales ante el Ponce, se sacaron la espina en el envite por el bronce.