Éxito en los banquillos
S in duda la noticia dentro del mundo del balonmano en estos últimos días ha sido la presentación de Jordi Ribera como nuevo seleccionador español. La alegría que me produce que Jordi sea el elegido para esta labor, con quien tuve la suerte de compartir dos años de banquillo en el Ademar, es directamente proporcional a la tristeza por ser Manolo Cadenas quien ya no seguirá al frente de los Hispanos, de quien también pude aprender muchísimo.
La grandeza de estas noticias, más allá de alabar a estos dos grandes entrenadores, es contemplar como quienes han estado al frente del banquillo de Ademar, quienes han formado a numerosos jugadores jóvenes para que alcancen el nivel que hoy día tienen, y en León, ahora obtienen ese reconocimiento a nivel nacional. Todo esto también me lleva a recordar con relativa añoranza a entrenadores, de León o no, que hicieron que mi pasión por este deporte creciera sin medida hasta, sin apenas darme cuenta, convertirme en un aspirante a buen entrenador, siquiera con un ‘trocito’ de su sabiduría y capacidad. Iñaki Aniz, Guillermo Fernández, Juan Moreno, Isidoro Martínez o Carlos Pollán son algunos de ellos, de quienes tuve la suerte de aprender mucho y por suerte sigo haciéndolo.
El éxito en los banquillos del que hablo es esa capacidad que todos tienen para trabajar a diario por lo que quieren. Quizá obteniendo el reconocimiento pudiendo entrenar a selecciones nacionales, ganando campeonatos de Europa o medallas mundiales, ligas y copas, o quizá obteniendo ese éxito del que hablamos en forma sólo, o mejor dicho «sólo», con ser quienes quieren ser cada día.
El éxito es que todos han pasado por nuestra ciudad y han dejado poso, han podido marcar sus pautas y lo siguen haciendo. Ahora, también, reconocidos fuera y por otros, pero sabiendo que son muy nuestros. Enhorabuena, por todo lo conseguido, y gracias, por todo lo vivido. Que siga ese gran trabajo en los banquillos de León que tanto hace por nuestro balonmano.