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BALONMANO. LIGA ASOBAL

El Ademar hace vuelo extremo

Juanín dio una exhibición con ocho goles en la primera parte, once en total. F. OTERO PERANDONES

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León

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sergio c. anuncibay | león

Cuando el Abanca Ademar corre es imparable. Y ayer lo volvió a demostrar ante el Puente Genil al imponer un ritmo endiablado en la primera parte, desde el arranque, suficiente para enfilar el túnel de vestuarios con una renta de ocho goles (18-10).

Esa ventaja encauzó una victoria sin sobresaltos (32-25), a pesar del bajón que sufrió el equipo en los once primeros minutos del segundo acto, mucho menos efectivo en ataque, lo que permitió al rival acercarse hasta los tres goles (19-16).

Los de Guijosa, atascados en la faceta ofensiva, únicamente sumaron una diana en ese tiempo, aunque fue sólo un espejismo y pronto recuperaron sus señas de identidad para quitar el torniquete y abundar en la hemorragia de un contrincante desbordado.

Los dos equipos pisaron el parqué del Palacio dispuestos al intercambio de golpes, con la guardia baja. Una primera exclusión de Rudovic equilibró el duelo (2-2), después de que Josic avisara con un lanzamiento que sorprendió a Cupara. Ahí se quedó toda la aportación hasta el descanso del máximo goleador de la Liga. Lo secaron en defensa, con Juanjo y Carou cerrando cualquier espacio por el centro, y Costoya, muy activo para evitar que el serbio estuviera cómodo.

No tardó mucho el conjunto local en llevar el partido a su terreno. Sólo necesitó ajustar el 6-0 para que los cordobeses chocaran contra el muro. Y entonces apareció Juanín, un ‘chaval’ de 39 años que castigó hasta la extenuación al Puente Genil, incapaz de pararlo en estático. Y mucho menos a la contra.

El extremo leonés voló por la izquierda, territorio comanche para sus rivales, y acabó la primera parte con ocho goles. Sólo falló un lanzamiento que estrelló con violencia contra el larguero. Después pasó el testigo a Mario López, aunque tuvo tiempo de aumentar su cuenta particular con otros tres tantos desde siete metros. Infalible, de nuevo.

Los cordobeses no se arrugaron y sostuvieron la igualdad durante los primeros quince minutos. Cuenca encontraba algún hueco por la derecha y Álvaro de Hita mantenía a los suyos en el envite.

Ambos equipos apostaron por transiciones fugaces, casi sin tiempo para recuperar el aliento. El Ademar, cuando no podía correr en ataque, movía muy rápido la pelota. Sebas repartía el juego y sus compañeros se lo agradecían. Huerta ponía el 10-7 y Javi García, al rato, hacía el 12-8. Guijosa insistía con las rotaciones para no reducir la intensidad y a partir del minuto veinte la diferencia creció hasta esos ocho goles. Funcionaba la defensa, también la portería, y cada pérdida de balón del rival era penalizada sin contemplaciones.

Pero no le sentó nada bien el descanso al conjunto leonés. Y eso que Mario López golpeó primero desde el extremo. Después todo cambió. Paraja, tras recoger una asistencia de Josic, firmó el 19-11. A partir de ahí, el Puente Genil castigó a los maristas con un parcial de 1-5 que enjugó la renta hasta los cuatro tantos (19-15), aprovechando la exclusión de Costoya.

El técnico del Abanca paró el partido. Josic aparecía en siete metros y a los leoneses no les salía nada. Parecían otros. Hasta el minuto once, cuando Costoya acabó con esa sequía. Luego sacó su fusil Vieyra y una buena acción defensiva permitió al Ademar levantar el vuelo para que Jaime, tras una buena acción ofensiva, devolviera la normalidad al marcador (22-17).

Varias exclusiones de los de Quino Álvarez, que incluso llegaron a jugar con sólo tres jugadores en defensa, abrieron de nuevo una brecha insalvable. Este triunfo mantiene la condición de invicto de un Ademar que persigue al Barça. Está a un punto.

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