Éxito por partida triple para Sergio

MIGUEl ÁNGEL TRANCA | leÓN

Sergio González Vallinas cerrará 2016 como uno de los pilotos más prometedores del motociclismo nacional... y con nada menos que dos campeonatos y un tercer puesto en el bolsillo. El piloto paramés de 10 años perteneciente a la academia 111 School Motorsport ha dejado patente su clase en cada una de las carreras en las que ha tomado parte, dominando los dos certámenes castellano y leoneses en los que aspiraba a lo máximo.

Después de su subcampeonato en Supermotard 65 de 2015, Sergio González afrontaba el 2016 con el reto de subir al escalón más alto de esta disciplina y de paso intentar también ser el mejor en MiniGP110. En el primero de los casos su superioridad respecto al resto de rivales a lo largo de la competición le permitía proclamarse campeón antes de que se llegara a la última prueba. Sus 45 puntos de margen respecto a Diego Carrión (segundo) y los 82 con Dylan Robles (tercero) dejaban más que clara su solvencia en una categoría que ya se le queda pequeña a este joven campeón.

Pero el título en Supermotard no iba a ser el único éxito para el paramés. En MiniGP110 su regularidad y excelentes actuaciones en la pista lo situaban también como el rival a batir. Y eso que esta no era su categoría favorita aunque su ambición, la que llevan en sus genes los campeones, le ha llevado a luchar por el oro dominando buena parte de la temporada para situarse a falta de una prueba con 23 puntos de margen respecto a Adrián Cañavate, el único que desde lejos podía inquietarle. El hecho de que la última prueba en la que nuevamente aspiraba a llevarse la gloria parcial fuera suspendida le convertía en el ganador de forma matemática, un logro que ya celebra este joven piloto para el que el 2016 no ha podido ser mejor ya que a estos éxitos suma el logrado en el Campeonato de España de 65cc donde, a pesar de no haber disputado dos de las pruebas del certamen debido a la imposibilidad de afrontar sus costes, alcanzaba el tercer peldaño del cajón, el mismo que ocupaba en cada una de las carreras en las que tomaba parte con una moto menos potente que sus rivales pero con el corazón y clase de González Vallinas supliendo estos inconvenientes.