Todo sigue igual

P arece que las jornadas no pasan por este grupo de la categoría de bronce del futbol nacional, y es que las trayectorias deportivas apenas sufren variación, sí es acaso aumentan poco a poco las distancias para ir cogiendo un cierto colchón, que permita continuar con firmeza una línea que de momento, no tiene visos con fecha de caducidad. Catorce jornadas son un pequeño aval para constatar la realidad de la categoría y empezar a ver por donde se pueden mover los dos representantes leoneses de cara al futuro. Mucha competición queda todavía, pero los números no engañan a nadie y la trayectoria se puede comprobar en la tabla clasificatoria. A partir de ahí, cada uno puede hacer su propio análisis, viendo el vaso medio lleno o medio vacío, según le convenga.

El equipo capitalino mantiene el mismo ritmo partido a partido, demostrando la superioridad a cada rival que visita el Reino de León, y donde se ha convertido en un fortín en lo que va de temporada. La regularidad en el juego, frescura física, definición de cara al gol, riqueza y variedad de movimientos, le certifican como líder consolidado en este grupo, donde los números no dejan lugar a duda, sin conocer la derrota en liga y con una diferencia de goles a favor de +36. Las sensaciones no pueden ser más positivas e invitan al optimismo, participando de esa ilusión la afición, que sigue creciendo en número, aunque a cuentagotas.

Dentro de tierras bercianas, los números no terminan de salir y los traspiés aparecen más de la cuenta y de lo que la entidad ponferradina deseara. La falta de seguridad en el campo, determinación a la hora del control del partido, así como la falta de puntería y los errores defensivos están pasando factura a un equipo, que no es capaz de coger el hilo a una categoría que por plantilla debería ocupar posiciones de promoción.