terapia inclusiva
Asprona compite por la igualdad
Un compromiso social contra la discriminación Cien personas con discapacidad intelectual practican todas las semanas deporte bajo la tutela de Asprona León, una entidad sin ánimo de lucro que pelea cada día contra los prejuicios de una sociedad que subraya las diferencias.
Los jugadores del equipo de Asprona de fútbol sala, antes de empezar el pasado martes el entrenamiento semanal en el polideportivo Margarita Ramos. JESÚS F. SALVADORES
sergio c. anuncibay | león
Unas cien personas con discapacidad intelectual hacen deporte todas las semanas dentro del programa de actividades que impulsa Asprona León. Juegan al baloncesto, al fútbol sala, nadan, compiten en atletismo, practican tenis de mesa, bolos, hípica e, incluso, esquí cuando aparece el invierno para cubrir con su manto blanco las montañas.
Entrenan por las tardes en distintos pabellones de la ciudad y están tutelados por técnicos cualificados que durante todo el curso trabajan con ellos. No hay demasiadas diferencias respecto a una sesión de un equipo cualquiera. Tienen las mismas reglas y acuden a varios torneos a lo largo del año.
«Si les ves jugar te das cuenta de que, sobre todo, ponen muchísima pasión», explica Pedro Barrio, gerente de una entidad que sitúa el ejercicio físico en «un lugar destacado» para el desarrollo personal de los usuarios de Asprona, una entidad de utilidad pública y sin ánimo de lucro.
Entrenan una hora por las tardes en diferentes pabellones de la ciudad. JESÚS F. SALVADORES
Técnicos titulados dirigen los entrenamientos de los deportistas de Asprona. JESÚS F. SALVADORES
Los deportes de invierno también están en la agenda. DL
El equipo de baloncesto, subcampeón de España en 2016.
Tienen convenios con la Universidad de León, que les cede las instalaciones cuando no están ocupadas por los alumnos. Allí entrenan. De septiembre a mayo. Sin descanso. Y siempre después de cumplir con las diferentes ocupaciones que fortalecen el proyecto vital de estas personas.
«El servicio de ocio y deporte no está subvencionado pero aquí se pondera porque lo consideramos imprescindible», subraya Pedro Barrio, quien aclara que hacen «un esfuerzo presupuestario importante» para mantener este tipo de actividades. Hay que cubrir los gastos de desplazamiento, equipaciones, licencias... «Existe un sistema de copago; aportan una pequeña cantidad que no llega para todo», señala.
En esa parcela trabajan dos técnicos —apoyados por la red de voluntarios de Asprona—, que adaptan las disciplinas a las capacidades de los practicantes. Hay tres niveles, en función de la discapacidad y del potencial de los deportistas. El equipo de baloncesto femenino, por ejemplo, está en el más alto. Logró el pasado fin de semana el subcampeonato de España en Segovia. Antes, en 2012 y 2013, subieron al primer cajón del podio. Un oro que también consiguieron en su momento los chicos del fútbol sala. Además, cinco deportistas de Asprona León fueron seleccionados este año por el combinado autonómico para participar en el Nacional de Cádiz. E, incluso, otras cinco jugadoras de básket estuvieron hace tiempo en Shangai (China), donde compitieron durante quince días en los Juegos Especiales.
Otros hacen natación, todos los miércoles, o atletismo. Del mismo modo esquían en las pistas de San Isidro. O de Andorra y Candanchú, destinos por los que también han pasado.
«Son muy competitivos», explica Noemí Honrado, responsable del Servicio de Deporte y Ocio, quien considera que este tipo de actividades aportan «muchísimos beneficios» a los discapacitados de Asprona. «No sólo físicos», matiza. «Aprenden a trabajar en equipo, adquieren valores como el sacrificio, hábitos y, sobre todo, mejoran sus habilidades sociales», aclara esta licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que echa en falta un programa de becas para que estos deportistas puedan reforzar aún más sus habilidades. «Tenemos que pelear mucho», reconoce Noemí Honrado, quien lamenta que la crisis haya servido de pretexto para recortar en este tipo de partidas.
Cualquier ayuda «es bienvenida». De hecho, Pedro Barrio y Noemí Honrado exhortan a las administraciones a que «tengan en cuenta como este tipo de servicios son necesarios para el desarrollo vital de estas personas». Hacen falta recursos para dar la mejor atención a los cerca de 600 discapacitados que protege Asprona. Gestiona 25 centros, tres residencias, once pisos tutelados y once centros de días, además de dos centros especiales de empleo. El 95 por ciento de las plazas están concertadas y hay unas 400 personas trabajando en Asprona. A los que se suma un gran número de voluntarios. El empeño de todos abunda en la «igualdad de oportunidades». Utilizan el deporte como una herramienta más.