Osasuna como punto de inflexión
La Deportiva nunca ha perdido, ni contra el primer equipo ni contra el filial.
Doménech y Mayordomo celebran el triunfo en el 2011. L. DE LA MATA
Á. ESTÉBANEZ | PONFERRADA
Los jugadores de la Deportiva han marcado el partido de este domingo en rojo, deseosos de que se convierta en el punto de inflexión que los aficionados llevan esperando desde hace varias jornadas para que el equipo berciano empiece a dar de sí lo que se espera de ellos en esta temporada. Lo que quizá no sepan todos los jugadores blanquiazules es la curiosa relación que guardan ambos clubes durante las últimas campañas.
Osasuna, ya sea su primer equipo o el filial que vendrá a Ponferrada este domingo, es un rival que se le da bien a la Deportiva. Tanto, que en diez enfrentamientos (seis contra el Promesas en Segunda B y cuatro contra el primer equipo en Segunda) los navarros no han sido capaces de doblegar a los bercianos: el balance es de siete victorias para la Ponferradina y tres empates.
Si hablamos de partidos concretos en El Toralín, son dos los que vienen inmediatamente a la cabeza a cualquier seguidor deportivista que se precie. El primero, la victoria de la pasada temporada, de la que se cumplió un año hace dos días. Aquel 3-0, con goles de Álvaro Antón, Acorán y Yuri, fue el canto de cisne de la Ponferradina de José Manuel Díaz. Tras exhibirse ante Osasuna, el equipo berciano empezó su debacle, cayendo tres días después en la Copa del Rey ante el Eibar y encadenando luego 12 partidos sin ganar que se llevaron por delante al técnico madrileño. Lo que pasó después es bien sabido.
El otro partido ante Osasuna que se guarda en la memoria es el último que se disputó ante el filial. Fue en noviembre de 2011, con la Deportiva novena y arrastrando una racha de cuatro partidos sin ganar que la dejaban a cuatro puntos del playoff y a 12 del líder. El tanto inicial de Manu Onwu para los navarros fue contestado por Máyor y Domenech para firmar una remontada que todos señalaron como el momento decisivo para que el equipo berciano alzara el vuelo en una temporada que terminó con el ascenso en Tenerife. Puestos a buscar paralelismos con la situación actual, éste último encuentro se asemejaría más a lo que se espera conseguir el domingo en El Toralín. Una victoria cortaría la racha de cinco partidos sin ganar y permitiría coger aire a los de Munitis, que necesita sumar los tres puntos para mejorar, aunque sea mínimamente, los números de su predecesor.