A defender el fortín antes de la Copa
El Abanca Ademar recibe al Villa de Aranda para cerrar la primera vuelta Los leoneses siguen invictos en Liga como locales y Guijosa espera que el equipo no se distraiga con el último título del año.
sergio c. anuncibay | león
Rafa Guijosa no quiere oír hablar de la Copa Asobal hasta las siete de la tarde de hoy, cuando termine el último partido de la primera vuelta, ante el Villa de Aranda en el Palacio (17.00 horas). El técnico del Abanca Ademar da la máxima importancia al compromiso de Liga, capital para seguir en la pelea por esa segunda plaza que de momento posee Naturhouse, aunque con una ventaja exigua de tan sólo un punto.
«Sabemos lo que nos jugamos», señaló, taxativo, el entrenador del equipo leonés, quien vaticina un enfrentamiento de altas pulsaciones, a pesar de la distancia que actualmente hay entre los dos clubes, separados por doce puntos. «Está todo muy igualado y la competición es muy exigente. No es fácil mantenerse arriba. Aranda es un rival muy potente», avisó ayer Guijosa, convencido de que sus jugadores son perfectamente conscientes de la trascendencia de este encuentro.
«No estoy especialmente preocupado porque pueda haber un bajón. La dificultad del equipo que viene no da pie a pensar ni en la relajación ni en nada por el estilo», apuntó el técnico respecto a si la cercanía de la Copa puede afectar al rendimiento de la plantilla. «Todo lo contrario. Tenemos muchas ganas de salir a competir», resolvió.
Enfrente encontrará a un contrincante que ha perdido fuelle en el último tramo de la Liga. De hecho, está inmerso en la zona baja de la tabla. Pero más allá de la frialdad de los números, Guijosa ve a los de Aranda como un conjunto peligroso, practicante de un balonmano eléctrico que podría ponerles en aprietos si bajan un pistón en cuanto al rendimiento. «Cuentan con una buena portería, una defensa muy bien trabajada, con capacidad para presionar o para cerrarse. Eso nos obliga a preparar diferentes soluciones», aclaró el madrileño, al que le preocupa, sobre todo, la capacidad de lanzamiento de un lateral como Raúl Nantes, otrora militante del Ademar. «Tácticamente el Villa de Aranda gira en torno a él, pero no es la única amenaza. Hay que tener mucho cuidado con el potencial de su primera línea», analizó el técnico, que confía en llegar al parón sin romper la condición de invictos que ha acompañado a los leoneses en su feudo. Ningún rival ha conseguido ganarles en Liga esta temporada cuando han jugado como locales.
«Era un reto para nosotros después de que el año pasado tuviéramos dudas al principio porque no éramos capaces de transmitir lo que realmente es este equipo. Ahora somos mucho más fuertes, con una afición leal, cada vez más enamorada de nuestro juego y eso se nota. De hecho que no hayamos perdido ningún partido hasta ahora acredita que León ha vuelto a ser una plaza muy difícil», celebró.
Su objetivo en este momento es sumar una victoria que fortalezca el acoso a Logroño. «Queremos la segunda plaza y eso pasa por ganar al Villa de Aranda», insistió el entrenador marista, quien ve como «una final» el encuentro de hoy para, al menos, acabar la primera vuelta a sólo un punto de los riojanos.
Para lograrlo, deberá minimizar la participación de Raúl Nantes y de Juanlu Moyano, las dos referencias ofensivas del conjunto castellano. «Cuando tengamos estos dos puntos en el bolsillo hablaremos de la Copa Asobal», sentenció.