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ÁLEX COSTOYA | LATERAL DEL ABANCA ADEMAR Y DE LA SELECCIÓN ESPAÑOLA

«Hace tres años veía a la selección por la tele»

La llamada de Ribera le cogió tan de sorpresa que ha tenido que volver a León para recoger las zapatillas y el protector bucal. Alex Costoya reconoce que aún no se lo cree del todo pero que se dejará el alma para estar en la lista definitiva al Mundial de

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León

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georgino fernández | león

La notable progresión del lateral ademarista, Alex Costoya, ha sido premiada por Jordi Ribera convocándole con la selección española. Inicialmente para la fase preparatoria del Mundial de Francia 2017 pero también podría entrar en la lista definitiva. La lotería ha llegado adelantada para este estudiante de Comercio y Marketing que añade un capítulo más a la larga historia del Ademar con los ‘Hispanos’.

—¿Se esperaba la llamada de Jordi Ribera para la selección española?

—Sinceramente no me la esperaba. El equipo ha hecho una muy buena primera vuelta en la liga, Rafa me está dando confianza y me están saliendo bien las cosas pero nunca pensé en qué me llamaría. Es más, me enteré a través del twitter que estaba en la preselección de los 28 elegidos pero no le di más vueltas hasta que me enteré ahora de que estaba en la lista previa para el Mundial.

—¿Y su primera reacción cual fue?

—Realmente todavía no me lo creo mucho aunque es cierto que es el sueño de todo jugador desde pequeño. Luego cuando llegas al deporte de alto nivel sigue siendo un sueño y es cierto que, a no ser que tengas una proyección muy muy grande, lo ves un poco lejos y en mi caso lo veía lejos. La verdad es que me sorprendió pero estoy muy contento.

—Ve esta convocatoria con los ‘Hispanos’ como el reconocimiento a qué...?

—Yo creo que es a mi progresión como jugador. Estoy creciendo tanto en ataque como en defensa dando buenos minutos de juego en ambas facetas y yo creo que esta llamada es una recompensa a la progresión, al esfuerzo y al trabajo día a día en el club.

—Si le soy sincero creo que nadie esperaba un rendimiento tan bueno de Costoya como defensor...

—Si te soy sincero yo también cuando empecé como jugador era al revés: me llamaron para la selección asturiana como jugador defensivo. Es cierto que luego, jugando en Gijón, no tenía el rol defensivo para nada y en el Anaitasuna si estuve el primer año defendiendo pero es cierto que poca gente destacaría mi rol como jugador defensivo. Cuando empecé, de pequeño, defender se me daba bien pero con el paso del tiempo el aspecto ofensivo se impuso al defensivo. Rafa Guijosa este año me está dando mucha confianza en defensa y eso se nota.

—Volviendo a la Selección, parece que el Ademar, fiel a su tradición, ha actuado como catapulta para proyectarle.

—-Hombre... yo sinceramente estoy agradecido a todos los clubes en los que he estado en mi carrera pero es verdad que estoy muy agradecido al Ademar. Este club es un buen sitio para crecer y así ha sido gracias a mis compañeros y al cuerpo técnico con Rafa y Diego.

—Hace algo más de tres años estaba luchando con el Gijón por no descender y ahora con la selección con vistas a un Mundial. ¿Una carrera meteórica no?

—Sí, por eso te digo que el primer sorprendido soy yo. Hace tres años veía a la selección española por la tele. Veía a jugadores referentes como Raúl Entrerriíos y Juanín y ahora comparto vestuarios con ellos. Es un sueño hecho realidad. Antes los veía por la tele ahora juego con ellos.

—Ribera tiene que hacer aún dos descartes...¿se ve en la lista definitiva para Francia 2017?

—Bueno a ver... hay que tener los pies en el suelo y la verdad es que es complicado. Somos cuatro laterales y alguno como Cañellas es de los mejores del mundo. Será muy complicado pero por lo menos estoy contento porque Ribera me tiene en cuenta y voy a realizar entrenamientos de talla mundial y voy a darlo todo para jugar. Es mi primera competición con la selección absoluta.

—Hay varios nombres nuevos en la Selección. ¿Empieza una etapa de renovación en España?

—Puede ser. Pero que entren jugadores jóvenes es ley de vida. En todos los deportes y en la vida en general tiene que haber una renovación y entrar gente nueve. Pero el núcleo duro de los Hispanos sigue estando ahí.

—¿Sigue teniendo España potencial para pelear por las medallas en el Mundial?

—Sí. Es todas las competiciones España es una de las favoritas para llegar a las medallas o para ganarlas. Yo creo que España siempre tiene calidad y jugadores para luchar por las medallas y para optar al título.

—Cambiando de tercio, ¿sigue doliendo el varapalo de la Copa Asobal?

—Sí (dice rotundo) No me gusta perder y como deportista sabes que puedes perder pero la manera en la que perdimos con ese ambiente y ante nuestra gente fue muy duro para nosotros porque estamos haciendo una muy buena primera vuelta. Fue un golpe muy duro.

—Fue cruel porque no se vio ni de lejos al verdadero Ademar.

—El Granollers nos ganó muy bien eso lo primero. Pero el partido no hizo justicia a nosotros como equipo ni a nuestra trayectoria. Y lo que más nos dolió fue hacer ese partido ante la gran ilusión que tenia nuestra gente. El desenlace fue injusto pera como lo habíamos afrontado.

—¿Cómo está siendo su etapa en León?

—Muy positiva. Estoy rodeado primero de personas fantásticas, jugadores y cuerpo técnico. Y en lo personal muy bien, estamos progresando mucho la gente joven, estamos terceros en la liga y solo me queda la mala sensación de la Copa Asobal. Me encuentro muy agusto, estoy jugando bien y ofreciendo buenos minutos aunque creo que todavía tengo mucho margen para mejorar.

—Es ahora uno de los jugadores más valorados por la afición, ¿lo percibe?

—Sí. Cuando salgo a pista intento hacerlo todo al cien por cien, no lo entiendo de otra forma. Te pueden salir bien o mal las cosas pero yo intento aportar todas las ganas, todo el sacrificio y la entrega en cada partido.

—¿Cuando tiene que concentrarse con la selección?

—El próximo lunes ya pero antes tengo que volver a León a coger cosas que me hacen falta como las zapatillas o el protector bucal y que me dejé allí.

—Se queda este año sin vacaciones de Navidad...

—Bueno (se ríe) ojalá fueran todos los años así.