PUNTO Y FINAL DE UN CAMPEÓN
Xabi Alonso se va en «lo más alto»
El futbolista español anuncia su retirada cuando termine el curso con el Bayern.
rodrigo errasti | madrid
«No es una decisión fácil, pero creo que es el buen momento. Más vale más pronto que demasiado tarde». El nombre de Xabi Alonso se asocia a la clase. No sólo porque es miembro importante de la generación dorada española que logró la épica de tres títulos internacionales consecutivos (Eurocopa 2008, 2012 y el Mundial de 2010) sino por su manera de comportarse lejos del césped: tranquilo, tímido, observador y parco en palabras.
Así, tras meditarlo durante meses y una vez que se había filtrado su intención hasta el punto de convertirse en un secreto a voces —ya lo había comentado en enero con los directivos del Bayern de Múnich, donde juega desde 2014—, decidió anunciarlo él mismo. En la televisión del club alemán y en sus redes sociales, donde eligió un particular mensaje de despedida en su cuenta. «Lo viví, lo amé. Adiós precioso deporte», junto a una foto en la que se le puede ver con las botas de fútbol en una mano y diciendo adiós con la otra. «Quería terminar mi carrera al más alto nivel y el Bayern es el más alto nivel», explicó el centrocampista, de 35 años. «He vivido muchas cosas. En la Real Sociedad, Liverpool, Real Madrid y el Bayern de Múnich. Son cuatro grandes clubes. Y además también he jugado en la selección española», se congratula. Tras debutar como ‘txuri-urdin’, con un paso intermedio de formación por el Eibar, saltó a Inglaterra con Rafa Benítez donde logró la Champions en la inolvidable edición de 2005, en la que marcó el penalti de la remontada en la final de Estambul. Con la estrella de campeón mundial regresó a España y fue referencia con José Mourinho y después con Carlo Ancelotti en la campaña del doblete del italiano en Chamartín (2014). No jugó la final porque se pasó de frenada y vio una amarilla en el Allianz —su casa actual— que le privó de disputar la final. «En el momento estaba muy hundido. Puede que forzara demasiado, pero simplemente no podíamos dejar que aquel partido se nos escapara». En Lisboa se volvió loco cuando marcó Ramos y esa carrera le impidió jugar la Supercopa europea, que debió ser su último duelo como madridista. Se marchó para ser importante con Pep Guardiola en Múnich, donde acumula dos Bundesligas y una Copa de Alemania, pero no pudo conseguir aún la Champions.