Más pegada que fútbol

AMADOR GÓMEZ | MADRID

El Real Madrid solventó ante el Alavés otro partido más con apuros y polémica (3-0), porque, a pesar del resultado engañoso, los blancos sufrieron durante más de media hora para asegurar los tres puntos, labrados tras un primer tanto, antes de que un golazo de Isco garantizase definitivamente la victoria, que llegó precedido de un fuera de juego de Benzema.

La zurda del delantero francés, después de que se permitiese continuar una jugada que debió ser invalidada, abrió el camino al triunfo a los blancos, aunque no evitó los pitos del Bernabéu, porque el equipo de Zidane estuvo a merced del de Pellegrino durante todo el segundo tiempo y sólo la falta de puntería visitante impidió que el Alavés diese un golpe en el coliseo madridista después de que el finalista de Copa consiguiese ganar en el Camp Nou y empatar en el Calderón. Como en tantísimas ocasiones ha ocurrido ya esta temporada, jugó con fuego el Real Madrid después de adelantarse en el marcador, porque se durmió tras el descanso y permitió crecer al Alavés, que pasó a dominar el duelo, para provocar los silbidos y abucheos de la afición blanca, que comprobó cómo el equipo vitoriano daba un repaso a los suyos en el segundo tiempo y no dejaba de generar peligro.

Hasta que Isco, en otra demostración de talento, decidió acabar con la incertidumbre. El balón que había sido casi posesión absoluta del Madrid en la primera parte pasó a ser del Alavés, un equipo al que le gusta tocar y que mereció más. Se estiró el Alavés en la segunda mitad, se echó la siesta el Real Madrid y el choque dio un giro radical. Pero en el tramo final aparecieron los goles de Isco y Nacho para llevar al electrónico el 3-0.