Femenino

T riste es tener que hablar del fracaso de cualquier equipo leonés que defiende nuestros colores más allá de nuestra ciudad por todo el territorio nacional, y más aún si, como es mi caso, has formado parte del mismo, sufriendo por mantener el balonmano femenino donde se merece.

Pero siendo sinceros, parece que se han terminado las posibilidades de mantenerse del Cleba, salvo auténtico milagro. Son cinco las jornadas que quedan por disputar, por cierto con un duelo muy bonito en cabeza entre Bera Bera y Guardés que se mantendrá hasta el final, con enfrentamiento directo incluido la próxima jornada. Esos diez puntos por disputar dan matemáticamente posibilidades a nuestro equipo, el de toda la ciudad de León, pero siendo como digo realistas todo apunta a un descenso de categoría al final de temporada, ya que enfrentamientos contra Rocasa, Málaga, Zuazo o Bera Bera —que son cuatro de los cinco primeros clasificados— no alientan demasiado las opciones leonesas, máxime teniendo en cuenta que la salvación está actualmente a seis puntos.

Esta situación ya se ha vivido años atrás, y el Cleba consiguió finalmente volver a ascender a la máxima categoría en dos ocasiones tras sendos descensos, por lo que es algo conocido para nuestro deporte y a buen seguro se podrá conseguir, pero quizá en aquellas ocasiones la estructura del club era más fuerte que en la actualidad, con mayor debilidad corporativa sin ninguna duda en estos momentos, deudas abiertas en numerosos frentes y falta de un proyecto deportivo acorde a la magnitud del equipo.

Toca darse de bruces con las malas circunstancias, aceptarlas, y por supuesto comenzar a desarrollar ese proyecto de futuro, ya que siempre lo hay vayan bien o mal las cosas. El balonmano en León merece que sus máximos equipos sean referencia, más allá de la categoría en la que jueguen, por lo que el trabajo está encima de la mesa en cuanto a balonmano femenino se refiere. Lo merece el Cleba, el deporte y la ciudad de León.