El Barça se encomienda a Messi
Barcelona 3 Real Sociedad 2. Los goles y el juego del argentino salvan a los culés en un partido en el que vuelven a mostrar su fragilidad defensiva
JESÚS BALLesteros | BARCELONA
Ganó el Barcelona a la Real (3-2) y logró cortar la hemorragia de resultados de los últimos días, pero la sensación de luto que arrastra el equipo en esta semana sigue latente en Can Barça. Las derrotas de Málaga y Turín han dejado noqueado al equipo azulgrana, que venció al cuadro donostiarra por la mínima, mereciendo, quizás, un nuevo revés liguero por los méritos ofrecidos por el conjunto de Eusebio.
Y es que apenas apareció Messi lo justo y necesario para asegurar los tres puntos. La Real Sociedad, en esa pelea por Europa en la que anda inmerso, plantó su propuesta valiente sobre el verde del estadio azulgrana y casi le sale la jugada a la perfección. Todo, porque el Barcelona ha dejado de ser el dueño de los partidos en el momento clave de la temporada. Pasea en el alambre con Messi como única red de seguridad. Ante la Real Sociedad funcionó, por los pelos, pero funcionó. El argentino goleó, dirigió y dio asistencias que supusieron los tres puntos para el conjunto catalán, pero las sonrisas duran lo que las jugadas de la estrella azulgrana. Sobre todo, porque la victoria ante el cuadro vasco le supone al equipo de Luis Enrique la sensación de haber cumplido con un trámite más, pero también queda el regusto amargo de pensar que no es nada más que un tiempo extra a la espera de que el líder pinche. Algo que no termina de suceder. Se verán las caras en siete días, pero sabiendo el Real Madrid que aún perdiendo en el clásico en el Santiago Bernabéu guarda una bala en la recámara que le puede dar una ventaja aún mayor a lo que ahora posee de tres puntos sobre el Barcelona.
Sea como fuere, el partido en el Camp Nou dejó nuevas muestras de la inestabilidad en la que se mueve este equipo. La propuesta de Eusebio descolocó a los locales que no comenzaron perdiendo merced a la buena actuación de Ter Stegen. El alemán fue el ancla hasta que apareció Messi.
Al menudo atacante se le exige lo que da y más, pero cuando Messi está obligado a hacer de director de orquesta y se le ve bajando casi hasta su propio campo es síntoma inequívoco de que el equipo falla. Su figura se hace aún más necesaria mientras que al técnico le sigue dando por dejar a Iniesta en el banquillo pese a los pocos partidos que restan de competición. Messi abrió la lata con un zurdazo, apareció en la carambola del segundo gol y asistió a Alcácer para hacer el tercero. Hubiese sido una tarde plácida de no tener este Barça una debilidad manifiesta en defensa. Los goles de Umtiti en propia puerta y de Xavi Prieto son nuevas muestras de la permisividad e indolencia del Barça cuando defiende. No es capaz de defender sus ventajas y se ve arrastrado a un correcalles sin control en el que rara vez sale victorioso. El Málaga le hace dos, la Juventud tres y la Real otros dos en apenas una semana. Mal presagio para la noche del miércoles en Champions.