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FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

El Barcelona alarga la fiesta

Barcelona 7 - Osasuna 1 | Los azulgrana endosan otra goleada a un Osasuna ya completamente desahuciado. Mascherano, desde el punto de penalti, hizo su primer gol como culé

Messi celebra el primer gol del Barcelona ayer ante Osasuna. ALEJANDRO GARCÍA

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León

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a. s. f. | barcelona

El Barcelona volvió a endosar una goleada a Osasuna (7-1) en un partido sin brillo de los de Luis Enrique y dejó el conjunto navarro prácticamente con los dos pies en segunda división. Después de un 7-0 el curso pasado, un 5-1 el anterior y un 8-0 hace tres, el Barcelona se ha abonado a someter a Osasuna en el Camp Nou con una nueva goleada (7-1), gracias al acierto en la segunda parte del equipo catalán, que cuajó unos primeros 45 primeros minutos de muy bajo nivel, a pesar de haber ejercido un control casi exclusivo del balón.

La primera parte fue un monólogo de los azulgranas, que, aunque no cuajaron un partido para enamorar, no permitieron nada a Osasuna, cuyo único momento álgido fue un disparo desde el centro del campo de Roberto Torres en el minuto 10 con el que quiso sorprender a un adelantado Ter Stegen. Sin embargo, su tiro careció de puntería y de fuerza.

La idea expresada con ironía por Petar Vasiljevic, de que para parar a Messi se necesitaban «esposas y pistola», la entendieron bien algunos de sus jugadores, como Roberto Torres y Fausto Tienza, que intentaban vivir cerca de la zona de influencia del argentino para ‘secarle’ en la medida de lo posible.

El ‘10’ azulgrana presionó con acierto en un pase de Fausto hacia atrás y se encontró con el balón en los pies y todo el campo para llegar sin obstáculos a la meta de Sirigu, al que batió tras prepararse la pelota con tranquilidad (1-0). Con ese tanto, a Osasuna no sólo se le oscurecía la noche, nublada, fría y lluviosa, sino que encajaba su gol 76 en esta Liga, el peor registro de su historia.

Volcado el Barcelona sobre el área de Osasuna, el partido cayó en una monotonía que aburrió incluso a los jugadores. Sólo Messi se atrevía a arriesgar, con jugadas individuales o con intentos de marcar un segundo tanto.

La falta de sus socios habituales (Neymar y Luis Suárez) llevó al argentino a vivir de los pases de Busquets y Rakitic para arrancar alguna acción desde el centro. A la media hora, el Barcelona marcó el segundo, obra de André Gomes (2-0), tras haber recuperado el balón Busquets en un córner en la meta navarra y después de un nuevo centro preciso de Rakitic.

Después, Roberto Torres dejó clavado a Ter Stegen en un lanzamiento de falta. Dos minutos más tarde, en el 51, el Barça pudo haber vuelto a la senda goleadora en un remate de Mascherano, que acabó con el balón en un poste, después de que lo desviase Sirigu.

Steven jugó al límite en una carga dentro del área a Rakitic, que pudo haber acabado en penalti, y poco después el Barcelona remató a un poste tras un disparo de Piqué y el rechace lo recogió André Gomes para marcar su segundo tanto (3-1).

El momento de Osasuna pareció más un fogonazo que una convicción, ya que una nueva acción azulgrana, con pase de Rakaitic, acabó habilitado en el centro de Messi, que desde fuera del área lo colocó con fuerza junto a un poste, en el cuarto gol local de la noche (4-1). Alcácer, por partida doble, y Mascherano, desde el punto de penalti, redondearon la goleada.