A Guijosa le «gusta» el grupo

sergio c. anuncibay | león

El Abanca Ademar está satisfecho con el sorteo de la Liga de Campeones que el pasado viernes emparejó a los leoneses con rivales, a priori, asequibles, tanto por el potencial de sus plantillas como por los desplazamientos. Habrá que jugarse la clasificación frente al Skjern danés, el Gorenje esloveno, el Kadetten suizo, el Dinamo de Bucarest y el Elverum noruego.

Podía haber sido mucho más difícil si hubiera compartido el grupo con el Montpellier francés o el Zaporozhye ucranio, los dos conjuntos más fuertes de cuántos le podían tocar al bloque marista.

De todas formas, a Guijosa le ponía enfrentarse al potente equipo galo, conocido de la afición leonesa, ávida de revivir de nuevo esas tardes europeas que convierten el Palacio en una auténtica caldera. No obstante, al técnico madrileño le «gusta» la confección del grupo porque —justifica— «evitamos viajes largos a Ucrania, Rusia y Turquía».

Ese era uno de los objetivos. La Champions —diez encuentros en esta primera fase— causará un desgaste a la plantilla, que tendrá que doblar los esfuerzos para defender ese segundo cajón del podio en la Asobal y llegar a la siguiente ronda en la competición europea. Espera un hueso en la eliminatoria previa a los octavos de final.

Si bien, Guijosa apuntó ayer que «habrá que ver cómo quedan configuradas las plantillas para poder hacer un análisis deportivo de los rivales» europeos con los que se medirán desde mediados de septiembre.

Por el Palacio pasarán seguro el Skjern de Dinamarca, subcampeón de su Liga, aunque con poco bagaje en la competición continental. Tendrán que enfrentarse del mismo modo al Gorenje esloveno, que la campaña anterior cedió en la ronda previa de la Champions y después pereció en la EHF contra el Fúchse Berlín. No hay que fiarse de ninguno de estos dos contrincantes, muy competitivos. Más peligroso parece el Kadetten suizo, bregado en estas lides y que mantiene una hegemonía importante en su Liga. Menos fieros son el Dinamo de Bucarest y el Elverum noruego. Para llegar al cruce, el Abanca Ademar deberá ocupar alguna de las dos primeras posiciones del grupo C.

La hoja de ruta también convence al presidente Cayetano Franco, «satisfecho» con el itinerario que deberá completar el equipo en su regreso a la Liga de Campeones. «No hay viajes largos y además no tenemos que enfrentarnos a ninguno de los favoritos al título», celebró el dirigente, que presenció en directo el sorteo celebrado el viernes por la noche en Ljubljana (Eslovenia). «León vuelve a disfrutar de la Champions y el club va a hacer un esfuerzo para que los aficionados disfruten de esta competición», reveló.

Han pasado cuatro años desde la última vez que el conjunto leonés compareció en este torneo. Por aquel entonces, los maristas cruzaron su camino con varios de los clubes más poderosos del continente. Acabaron cuartos del grupo A, por detrás del Hamburgo, Flensburg y Chekhovskie. Después el Vészprém haría de verdugo en la eliminatoria posterior.

En principio, la directiva del Ademar pretende hacer un último fichaje para coronar la plantilla. Ha llegado Zivan Pesic, un pivote especialista en defensa. Se espera también un lanzador, aunque todo dependerá del mercado y de la economía. Habrá que ver hasta dónde puede llegar Abanca.