«Hay que dejarse la vida por la Cultural»

sergio c. anuncibay | León

La Cultural volvió ayer al trabajo, mes y medio después del ascenso, para preparar la temporada más atractiva de las últimas cuatro décadas, la del regreso a Segunda División. Rubén de la Barrera cogió el bastón de mando en el Área Deportiva de Puente Castro, donde dirigió desde las nueve y media de la mañana el primer entrenamiento del curso, aún con la plantilla sin terminar.

Contó con 19 futbolistas, únicamente cinco nuevos —Aridai, Agudo, José Alonso, Isaac Carcelén y Pito Camacho—, entre los que no estaban ni Manu Rodríguez ni Albizua, ambos con permiso del club. Cuando acabó la sesión, que presenciaron decenas de aficionados, el técnico compareció ante los medios para subrayar que tenía «muy buenas sensaciones» después de hablar con cada uno de los integrantes de la plantilla.

«He podido comprobar la ilusión de la gente por jugar en esta categoría», celebró el entrenador del conjunto leonés, que habló de la «nueva realidad» que encontrará el equipo en la división de plata. «Debemos darnos cuenta todos desde el primer momento», avisó De la Barrera, consciente de lo peligroso que puede ser hacer «la comparativa con el año pasado porque es muy complicado repetirlo».

Espera que la «adaptación sea rápida» y que no les penalice su condición de novatos. «Hay que ofrecer mucho más del cien por cien porque con eso solo no basta», advirtió el técnico, quien confía en que haya una «competencia sana» dentro del vestuario para sacar la mejor versión de cada uno de los futbolistas. «No deben pensar en el mañana. Cada uno debe dejarse la vida por competir aquí», apuntó en relación a la posible salida de alguno de los jugadores. «Tienen que ganarse el puesto en los entrenamientos y los amistosos. Nadie ha firmado para irse. Todos son parte de la Cultural», explicó De la Barrera, que en ese sentido normalizó la baja de alguno de los hombres importantes en la campaña del ascenso.

«Esto es fútbol y todos somos prescindibles», aseguró cuando le preguntaron por Benja, un «grandísimo futbolista» al que deseó «la mejor de las suertes» en su nuevo destino. «Tanto él como el resto permanecerán en el recuerdo y en la historia de este club», reconoció.

En cuanto a los refuerzos, no fijó una cifra para cerrar el bloque, aunque sí dijo que los que están por llegar darán «un salto de calidad» al equipo. Tampoco quiso detenerse demasiado en analizar al resto de sus rivales porque —justificó— lo único que le preocupa ahora es la Cultural. «Debemos hacernos fuertes», insistió.

También dejó muy claro que el objetivo de la próxima campaña no puede ser otro que la permanencia. «Esa es nuestra meta y vamos a luchar por ella», comprometió el entrenador gallego, consciente de que en Segunda División la salvación «esta muy cara, ya que «hay poca distancia entre los rivales y cada partido es clave».

Cree que León es ahora una de las plazas «más apetecibles» del fútbol español y, por eso, está tranquilo en cuanto a cómo se desenvuelve el club en el actual mercado. No da por completada ninguna de las líneas, ni si quiera la defensa, donde más incorporaciones se han hecho. «La plantilla final va a tener toda nuestra confianza. Hay que ir a muerte para competir al máximo. Los nombres me importan muy poco», sentenció.

Ni si quiera el estilo es innegociable. No obstante, De la Barrera quiere mantener la misma esencia de la temporada anterior, siempre y cuando el contrincante se lo permita. «Intentaremos ser protagonistas con el balón», anunció el técnico, que recordó al respecto como la campaña precedente la Cultural también supo jugar al contraataque. «Lo importante es optimizar los recursos de la mejor manera», señaló.

Para ello, aprovechará al máximo la pretemporada que arrancó ayer. Hoy dirigirá de nuevo al equipo leonés, en doble sesión. Trabajarán por la mañana, desde las nueve y media, y en jornada vespertina, a partir de las siete.