El reinicio de las elecciones a presidente ya es oficial
El 17 de febrero la Asamblea reelegía a Balbuena. A.B.
A. BARREÑADA | LEÓN
El Boletín Oficial de Castilla y León publicaba ayer martes 29, y tal como ya se había avanzado a comienzos de este mes de agosto tras comunicado de la propia entidad federativa, el anuncio relativo a la ‘convocatoria de elecciones a miembros de la Asamblea General y Presidente’ de la Federación territorial de Lucha.
El de ayer es pues el ‘día cero’ de un proceso que tiene fijados como momentos más destacables el 20 de octubre para elección de miembros de la Asamblea, el 17 de noviembre para la elección de Presidente de la Federación y el 22 de diciembre para la toma de posesión del mismo. Esos? son plazos fijados en el calendario electoral que, no obstante, están sujetos a la posibilidad de acortarse (si no mediaran reclamaciones, tal como consta en nota de la Junta Electoral) o alargarse, en caso contrario, el de posibles recursos.
Un recurso, presentado por representantes de cinco clubes de la lucha leonesa ante el Tribunal autonómico del Deporte supuso la resolución de dicho órgano de 3 de marzo del presente año por la que se ordenaba el reinicio del proceso electoral que, a su vez, diera inicio a comienzos de noviembre del 2016 y llegase hasta la reelección y nombramiento de Juan Carlos Balbuena como presidente (no efectivo tras la señalada resolución) en 28 de febrero de este 2017. En reunión celebrada con representantes de los clubes en el mes de mayo, Balbuena expresaba su voluntad de no volver a presentarse como candidato a la presidencia.
No es esa la única cuestión de interés en el proceso que ahora se reabre: tal como consta en el propio anuncio de convocatoria, el primer estadio es el de la Asamblea General, órgano decisorio de la Federación que han de integrar 18 representantes de los clubes, 4 de los árbitros, 4 también de los monitores y 14 por los luchadores. A ellos les corresponderá posteriormente, y entre uno de los integrantes, la elección del Presidente; pero no es (tal como se contempla en Estatutos y normativa general) su única competencia ni, tal vez, la de mayor compromiso de los asamblearios. No obstante, a partir de este momento, e indudablemente, de lo que se hablará será de la lucha por la presidencia.