Control del juego

D ifícil que un equipo ayer desnivelase la superioridad en el juego, salvo que hubiese sido por alguna acción aislada como pudo ser el gol anulado a Rodri con el partido casi finalizado. Y es que ambos equipos tanto en estructura como en estilo fueron muy similares. La Cultural cambio su sistema del habitual 1-5-4-1 a un 1-4-4-2 en fase defensiva de presión alta, modificado a un 1-4-1-4-1 en fase defensiva en campo propio. Este tipo de alternancia de posición lo asumió Señé, lo que le desgastó a lo largo del partido en todos los aspectos, viéndole menos efectivo en juego ofensivo. Aunque bien es cierto que como contrapunto, gracias a esto el equipo local pudo controlar la salida de balón del Almeria. Incluso elegir a que central liberar la salida del balón.

En la primera parte fue Morcillo el que se encontró con la responsabilidad de iniciar el juego, aspecto en el que no se le vio acertado. Tino Costa observando las dificultades del central para iniciar, intentó meterse entre central y lateral para poder generar superioridad en ese lado, y así poder salir con el balón jugado a campo contrario. Sistema 1-4-5-1 por los visitantes, pero poca profundidad durante todo el partido. Sí intentaban ejecutar un juego posicional con el balón, aunque carente de automatismos y soluciones a la hora de filtrar balones por dentro para poder generar peligro. Lo más destacado sin duda la rapidez y sobre todo la agresividad de sus centrales, a veces desmedida, como en el caso de Morcillo y su expulsión por doble amonestación?.

Los blancos encontraron una seguridad defensiva basada en la multitud de ayudas defensivas, en la reducción del número de balones perdidos en zonas interiores a diferencia de otros partidos y en el control de los espacios en campo propio tras pérdida, lo que evitó transiciones peligrosas en contra. Generaron menos opciones de pase en campo contrario con respecto a otros partidos pero ganaron en una tarea fundamental en el fútbol, el control del juego.