«No ponemos límites a la paciencia»

F. ROBERTO OTERO | PONFERRADA

La pasada semana bajaba al vestuario a hablar con la plantilla y le pedía implicación y unión para sacar adelante la situación clasificatoria. Pero sólo con eso no llega. Y habría que saber si llega con lo que hay, sobre todo con lo que hay en el plantel. En días malos, la figura del entrenador vuelve a estar en entredicho, como suele pasar en el mundo del fútbol. El equipo blanquiazul ha sumado 6 puntos en 10 partidos y sólo uno en las últimas cinco fechas. Hoy hace un año que la entidad de El Toralín destituía a Manolo Herrero en una situación clasificatoria bastante mejor que la actual: ocho puntos más y en la séptima posición a tres puntos del cuarto. Ahora está 16º, con los mismos que el colista y a 12 del cuarto lugar. Pero ya se vio en las últimas campañas que ni las destituciones de Manolo Díaz, Manolo Herrero o Munitis funcionaron del todo. Desde el club se quiere mantener la tranquilidad, siempre dentro de la preocupación existente por la línea que lleva el primer equipo: «Estamos dolidos porque fue una derrota amarga. El rival llegó cuatro o cinco veces y nos metió tres goles. Bien es cierto que lo hizo con cierta soltura, pero nosotros empujamos desde el inicio, sabíamos lo que nos jugábamos, y desgraciadamente no tuvimos el premio al menos del empate. Yo creo que a juzgar por el dominio, merecíamos los tres puntos. Esto del fútbol, cuando entras en una dinámica mala y tienes verdadera mala suerte -sólo hay que ver el resultado del sorteo de la Copa del Rey- todo se pone peor. Nosotros no estamos teniendo tampoco ninguna suerte. Hay que seguir peleando y luchar mucho», afirma el presidente blanquiazul. José Fernández Nieto habla de su preocupación y de posibles decisiones: «La cabeza siempre se la come uno mucho. La Deportiva es un sentimiento que llevo dentro desde hace 20 años. Yo le dedico todo lo que puedo y hago todo el esfuerzo. Pero la cosas a veces no salen. Hay que darle tiempo al tiempo. He hablado con el entrenador y tiene una actitud positiva. Vamos a intentar sacarlo adelante. Se valora todo. El año pasado tuvimos tres entrenadores, cosa no muy normal en nosotros, que tenemos una línea continuísta y nos gusta ser pacientes. Nosotros no ponemos límites a la paciencia. Si vemos que el juego desplegado o que la actitud no sean los adecuados, es cuando haremos cambios. Pero salvo en momentos concretos, no ha habido eso».