Diario de León
Rostros de decepción en Cupara, Costoya y Pesic después de la severa derrota que ayer sufrió el Abanca Ademar ante un Anaitasuna muy superior. JAVIER QUINTANA

Rostros de decepción en Cupara, Costoya y Pesic después de la severa derrota que ayer sufrió el Abanca Ademar ante un Anaitasuna muy superior. JAVIER QUINTANA

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Anaitasuna 32 Abanca Ademar 23 El equipo navarro demuestra porqué está invicto y es segundo en la liga pasando por encima de los leoneses de principio a fin

a. o. | pamplona

Mal partido de un Abanca Ademar que cayó de forma clara y rotunda en La Catedral (32-23) ante un rival que se supone directo en la tabla pero que ayer fue muy superior. El Helvetia Anaitasuna demostró ser mejor equipo siempre y gracias a un inicio arrollador con una gran defensa consiguió manejar el choque a su antojo, cosechando ventajas cada vez más amplias para llegar al final con todos los deberes hechos.

Arropados por su caliente afición, los navarros salieron más intensos en el comienzo del partido y por primera vez esta temporada en campeonato liguero consiguieron comandar el marcador desde el pitidio inicial, colocándolo a su favor demasiado rápido, 4-1 en el minuto cinco. Los ademaristas no despertaron, siguieron espesos en ataque e incapaces en defensa de frenar a un letal Chocarro, por lo que Guijosa paró el partido.

Pero el panorama no varió y con el marcador ya preocupante, 8-2, Simonet se volvía a encontrar con un Sergey Hernández que también era protagonista con sus excelentes paradas. De nuevo entró en acción un Rafa Guijosa que se veía obligado a mover su banquillo y probar nuevas variantes. En los siguientes minutos su grupo mejoró la actitud, sobre todo en matería defensiva, y aunque siguió teniendo problemas para ver puerta por primera vez superó al adversario en esa faceta del juego. Anaitasuna se quedó seca durante más de cinco minutos, 8-5 superado el ecuador del cuarto.

La mejora defensiva era visible pero un par de minutos de despistes graves abrieron la brecha de nuevo, 11-5 antes del veinte. El equipo leonés volvía a verse contra las cuerdas obligado a remontar y eso no trajo la calma en ataque, donde aparecieron los nervios atenazando a unos extremos que no encontraban la manera de culminar las jugadas y unas veces los palos, otras el portero local y no pocas pérdidas incomprensibles; minaban la moral de los ademaristas en ataque, pues prácticamente no verían puerta, sólo Juanín marcó a segundos del descanso, en los últimos once minutos e incluso en varios ataques ni siquiera consiguieron lanzar.

Para colmo de males el equipo tuvo un final de primera parte verdaderamente pobre, también en la retaguardia, y alcanzó los vestuarios con un mayor castigo: 15-7.

En el reinicio una nueva colada por zona central del local Chocarro y un siete metros de Filipe Gonçalo situaron en el electrónico una nueva máxima, 17-7. No se había llegado al minuto cinco cuando Ademar se veía obligado a arriesgar y atacar sin portero al estar en inferioridad, pero más allá de que Costoya asumiera mayor responsabilidad o de que el joven David Fernández viera puerta, la desventaja no se reducía y el entrenador leonés Rafa Guijosa tenía que volver a pedir un tiempo muerto, 21-11 poco antes de llegar al minuto diez de partido.

De vuelta al juego se produjo una pequeña reacción visitante pero ahora cualquier error penalizaba el doble y una nueva falta en ataque de Costoya, otro par de paradas increíbles de Sergey Hernández más una exclusión a Simonet, dejaban al equipo sin portero a la hora de atacar y el ritmo positivo se frenaba. Así y todo en ese trance tan complicado, el Ademar mostró garra y orgullo para seguir teniendo opciones de sumar algo positivo, 23-16 con un cuarto de hora por jugarse tras el tiempo muerto del técnico navarro Juanto Apezetxea.

De vuelta a pista un siete metros favorable, convertido y con exclusión incluída al local Ceretta, más una gran parada de Biosca y la posterior contra culminada por Simonet hacían creer en el milagro, 23-18, pero el Helvetia Anaitasuna no perdía la compostura y simplemente con aprovechar nuevas indecisiones leonesas volvía a colocar tierra de por medio y cada vez quedaba menos reloj, 26-19 superado el veinte. Apareció entonces David Fernández con dos goles consecutivos pero los de Pamplona mostraban una vez más su alta efectividad y a falta de cinco para la conclusión, 29-21, la expedición visitante tan sólo podía pensar en el gol average, en esos momentos un aspecto muy importante.

El último tramo del encuentro fue duro para el Ademar pues era sabedor de que ya no tenía nada que hacer en cuanto al resultado pero además no podía siquiera ni lamentarse un segundo bajo pena de encajar una mayor goleada que al término de la Liga pudiera resultar decisiva en casao de igualdad a puntos. Al final 32-23.

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