Cerrar

fútbol. COPA DEL REY

El Madrid resuelve a medio gas

Asensio y Lucas Vázquez, ambos de penalti, dejan encarrilada la eliminatoria para los blancos ante un correoso Fuenlabrada Los de Zidane firman un partido gris.

Asensio fue el mejor jugador del Real Madrid y el autor del primer gol de los blancos. JUANJO MARTÍN

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

ÓScar Bellot | MADRID

Dos penaltis, uno cuestionable y otro indiscutible por mucho que en demasiadas ocasiones no se penen ese tipo de acciones, sirvieron al Real Madrid para llevarse un choque que se había ido envenenando y firmar una victoria en el estadio Fernando Torres de Fuenlabrada (0-2) más trabajada de lo esperado dada la sideral diferencia de calidad y experiencia entre los contendientes y donde se demostró que la jerarquía no gana partidos sino que estos han de resolverse con mejor juego y, a veces, como le sucedió al cuadro de Chamartín, un poco de suerte.

A esta última tuvo que agarrarse el vigente campeón de Liga y Champions, que mantuvo el abrumador dominio de la pelota que se presuponía pero que tardó mucho en convertir la posesión en ocasiones, penalizado por la falta de claridad de su mediocampo, con la salvedad y a cuentagotas de Ceballos. Un pecado que estuvo a punto de costarle un disgusto de no mediar la candidez de la zaga local.

Derribó primero Fran García a Achraf cuando el hispano-marroquí incursionaba por el costado derecho en busca del área. Una falta sobre la que no había margen para la duda, sí de si debió señalarse fuera o dentro del área. No perdonó Marco Asensio en la ejecución de la pena máxima. Tampoco Lucas Vázquez cuando agarró el cuero y lo colocó en el punto que había señalado el colegiado tras pitar un placaje sobre Theo.

Dos tantos desde los once metros que castigaron con extrema dureza al Fuenlabrada, un equipo animoso que llegó a poner en algún que otro aprieto a Casilla en el inicio del partido pero que con el correr de los minutos fue paulatinamente retrocediendo ante el empuje de un rival llevado más por la obligación que por las ganas.

Para los locales el encuentro fue un regalo; para los visitantes un trámite en el que la victoria pesará pocos gramos en la balanza de la temporada pero la derrota habría inclinado con fuerza el fiel del lado negativo por mucho que el sistema a doble partido dificulte la repetición de episodios de infausto recuerdo como ese ‘Alcorconazo’ del que se cumplen ahora justo ocho años.