El Comité no cuida a sus árbitros

ROBERTO ARIAS | LEÓN

El Comité de Árbitros de Castilla y León mira más el plano económico que el de cuidar a sus colegiados, o así se desprende de los nombramientos de árbitros locales para los derbis.

El recibo arbitral para Tercera División está unificado, abonando el equipo local la cantidad de 745 euros por cada partido que juega en su feudo.

Sin embargo, el desglose viene a demostrar que el Comité sólo mira para el euro, porque el colegiado principal percibe 153,38 euros, los dos auxiliares 142,88 euros y la tasa para la organización arbitral es de 70,39 euros, lo que supone un montante final de 366,65 euros, a los que hay que añadir el kilometraje a razón de 0,19 euros el kilómetro y las dietas de desplazamiento.

Si el partido es en La Virgen, el árbitro cobrará 4 euros en concepto de desplazamiento, debiendo devolver 374,35 euros al Comité.

Sin embargo, a las 366,65 euros si el trío viene de fuera hay que sumarle el importe del kilometraje y tres dietas (árbitro+jueces de línea) en función de 16 euros por persona si la distancia es de 21 a 50 kilómetros; 26 euros si es de 51 a 100 kilómetros; 32 euros si es de 101 a 150 kilómetros; 42 euros si es de 151 a 250 kilómetros y 52 euros si es de 251 a 500 kilómetros, siempre contados en una sola dirección.

Sin embargo, si el recibo es deficitario por el lugar de residencia del árbitro que dirija el encuentro, el Comité abonará la diferencia al trío arbitral entre el montante del recibo unificado y los gastos a mayores que se originen, de ahí que siempre se busque la cercanía para abaratar costes y, si es posible, que al final haya superávit en las cuentas.

Sin embargo, no sólo el Comité es culpable por prevalecer lo económico sobre lo deportivo, porque estas situaciones siempre perjudican a los colegiados, sino también los propios clubes y sus representantes que no presentan ninguna propuesta de cambio en la Asamblea General de la Federación de Castilla y León de Fútbol del mes de julio.