Recursos ineficientes

El partido de ayer deja a los leoneses, no solo sin sumar puntos, sino con evidentes síntomas, de que la búsqueda casi enfermiza por el control del juego, perjudica en el aspecto de la profundidad ofensiva. Este aspecto quedó de manifiesto en la segunda mitad del partido, y es que cuando el equipo perdía por 2-0, el partido demandaba un ritmo alto para poder romper la comodidad del equipo local, y volvimos a ver numerosos pases horizontales, inertes intentos de superioridades por dentro de los laterales en la salida del balón, aspecto que genera la duda de si es utilizado como recurso o como adorno, ya que algunas defensas como la de ayer del Tenerife no lo demandan para ser superadas y por lo tanto su eficiencia es nula.

El equipo tinerfeño propusó un partido con una presión alta, con la que obligó en varias situaciones a golpear en largo a Jesús, una dificultad evidente para el equipo leones. Con balón llamó la atención el uso de los balones paralelos sobre la espalda de los laterales leoneses, acción que se repitió en varias situaciones, la primera de ellas en el primer gol, Sáenz salía por la izquierda, buscaba el pase sobre el espacio a la ruptura de Juan Carlos, y este tras llegar a línea de fondo ponía el pase atrás para que Malbasic golpease al palo corto, similar acción a la del 0-1 de la semana pasada donde era Arnaiz el que ganaba línea de fondo y Lozano el que anotaba, también se repitió algunas ocasiones más la más destacada en la segunda parte, de nuevo Juan Villar gana línea de fondo y Longo esta vez no acierta tras el pase atrás. El segundo gol viene también precedido de una acción de ataque sobre espacio exterior en la que Suso recibe y es derribado en la antesala del gol en rechace posterior del penalti. Aún así el equipo local evidenció fragilidad en acciones defensivas.