LOS NUEVOS LEONES
"Dios iba con nosotros", gritan los del Formentera
"Cuando vi que Aduriz fallaba lo que falló en la segunda parte, pensé 'Dios está con nosotros, pasamos", proclama García Sanjuán. "Yo soñé que ganábamos así, en el minuto 96, de corner. Y hasta soñé que lo metía yo", asegura el guardameta Marcos Contreras
Hace ya horas que el equipo de la Sociedad Deportiva Formentera, es decir, el Formentera, fundado en 1971 y que milita en el Grupo III de la Segunda División B, ha salido de Bilbao rumbo a la pequeña y paradisiaca isla balear. Se han levantado a las cinco de la mañana aunque, con toda seguridad, muchos, o todos, los integrantes de la expedición, incluidos los 300 aficionados que acompañaron a sus héroes al nuevo San Mamés, apenas habrán dormido. O no han dormido, fijo. “Hasta yo saldré a tomarme una copa –señaló el mister Tito García Sanjuán, buen exjugador de fútbol sala, ahora técnico del equipo revelación de la Copa—pues, por vez primera en su vida, en mi vida, mi hermano Jesús ha venido a Bilbao a ver como dirigía un partido y ¡eso ha de celebrarse!”
Falló Aduriz y ¡a soñar!
García Sanjuán, que anoche eliminó al Athletic del Cuco Ziganda, con gol de cabeza de Álvaro Muñiz, en el minuto 90+6, reconoce que les salió “el partido perfecto, el partido soñado, el partido que preparamos, el partido que queríamos que saliese, el guión perfecto”. Cuenta el técnico, que estuvo en la grada, que “cuando avanzada la segunda parte vi que Aduriz se quedaba solo ante nuestra portería y fallaba, le dije a los de mi alrededor ‘los eliminados, fijo, pasamos, seguro, porque Dios está con nosotros’. Lo vi clarísimo, de verdad”.
Este es el gol de Álvaro Muñiz, que clasificó al Formentera en San Mamés. / EFE / LUIS TEJIDO
Y es que este fue un partido para soñar, vivido en sueño y, sobre todo, repleto de magia nocturna, es decir, que fueron demasiados los futbolistas del Formentera, que lleva ya dos años dando la campanada en la Copa, que presagiaron que todo esto iba a suceder. “Ahora puedo decirlo, antes del partido les dije a mis compañeros en el vestuario que íbamos a pasar, que los íbamos a eliminar y que lo haríamos en el tiempo añadido”, explica el meta Marcos Contreras, el capitán. “Lo que no les dije es que iba a marcar yo el gol del triunfo, porque soñé que subía a rematar el último corner y la metía”, añadió el guardameta isleño.
Y eso ocurrió tal cual. Cuando se cumplía el sexto minuto añadido, es decir, el 90+6, el 96 vamos, se produjo el corner. “Yo, la verdad, creí que el árbitro no lo iba a señalar. Pensé que decidiría dar por concluido el encuentro en ese instante”, cuenta Gabri Gómez. Pero el árbitro señaló el corner. “¡Venga, venga, Álvaro, sube a rematar, tú al primer palo y yo, al segundo, que he soñado que lo metía!”, explicó Álvaro Muñiz que le gritó, a la carrera, el meta Contreras mientras galopaba hacia el segundo poste de Herrerin. Y Omar, en efecto, sacó el corner al primer palo, justo a la cabeza de Álvaro, que metió “¡el gol más importante de mi vida y, tal vez, hasta del Formentera!” No lo metió Contreras, como en el sueño, pero lo marcó su amigo Álvaro.
Los jugadores del Formenteran celebraron, en San Mamés, su pase con 300 seguidores. / EFE / LUIS TEJIDO
“Insisto, Dios estaba con nosotros. ¡Y ahora queremos al Real Madrid o al Barça! Ya que estamos, ya que nos vamos a quedar sin vacaciones de Navidad, porque en esas fechas se juega la siguiente ronda, al menos que hagamos caja, que nuestro club saque beneficio de todo esto y podamos medirnos con un grande de la Champions”, dice, sereno pero muy orgulloso y casi eufórico, García Sanjuán, que insiste en que todo, todo lo que planearon salió “desde el minuto 0 al 96”. Los chicos del Formentera, cuyo presidente es Xicu Ferrer, cuyo presupuesto es de 640.000 euros y “cuyo mayor problema –según el máximo mandatario—es encontrar pisos de alquiler para los chicos a un precio razonable”, estaban convencidos de que resistiendo, luchando, con orden y estrategia, se llevarían la eliminatoria.
Un guión de película
“Era evidente”, coinciden al unísono en las charlas García Sanjuán, Contreras, Gómez y Muñiz, “que íbamos a ser asediados, que íbamos a perder la posesión, que iban a tener ocasiones y que, por tanto, deberíamos tratar de sacrificarnos con el objetivo, único, de llegar vivos al último cuarto de hora”. “Y una vez ahí –explica el entrenador—sacaríamos algún jugador de refresco, nos lanzaríamos al ataque porque ‘de perdimos, al río’. No teníamos nada que perder y todo por ganar”. Pensado, preparado y ejecutado. El plan perfecto. Un guión de película. “Y, ahora”, concluye García Sanjuán, “a disfrutar de la noche y la mañana del jueves pero, inmediatamente, a pensar en la Liga, en el Formentera-Badalona del domingo, a las 12.00 horas, en casa, que es lo que nos da de comer, lo que nos preocupa y para lo que existimos: para salvar la categoría, para seguir, el próximo año, en Segunda B”.
“Hay que creer en la vida, hay que creer en los sueños que se tienen y hay que hacer feliz a los demás”, insiste el meta Marcos Contreras. “La gente de esta pequeña isla se lo merece todo y solo ellos se darán cuenta, dentro de muchos años, qué fue capaz de hacer este Formentera. ¿Nuestro secreto?, creer, creer mucho, creer en la vida y en el fútbol”. “Es evidente ¡claro que sí! que para ganar al Athletic, que ha ganado 23 Copas, segundo tras el Barça, se han de alinear todos los astros. Pero ha sucedido. Y ha ocurrido porque todos nosotros hemos creído que podía pasar”, dice el goleador Muñiz.
Joseba Garmendia, veterano del Formentera, que salió ovacionado de San Mamés porque fue del Athletic (“he visto a mis excompañeros muy, muy, jodidos”) cree que son unos héroes y que, en efecto, “estábamos convencidos de que si llegábamos a los últimos minutos vivos, se produciría el milagro, de verdad”. “Tito dice que somos la hostia y, sí, es verdad, ¡somos la hotia!”, insiste Gabri Gómez, que, “puestos a pedir”, se pide un equipo de Champions para la siguiente ronda. “Nos merecemos un equipo de Champions, sería el mayor premio, para nosotros y el club, después de estar dos años brillando y siendo una de las sorpresas de la Copa, sobre todo por nuestra gente, que se lo han currado mucho y no dejan de confiar en nosotros ¡300 de ellos creían en el milagro y nos han acompañado a Bilbao!”