PRIMERA DIVISIÓN
El clásico pasa por la portería
Los guardametas del Madrid y Barça llegan al partidazo con estados anímicos muy distintos Al costarricense le buscan sustituto y el alemán vive su mejor momento.
P. RÍOS | BARCELONA
Desde que coinciden en la Liga española (2009), todos los ojos están puestos en Cristiano Ronaldo y Leo Messi antes de un Real Madrid-Barcelona, el sábado a las 13.00 horas, aunque quizás la misma atención debería prestarse a los porteros encargados de frenarles. Víctor Valdés (hasta 2014) e Iker Casillas (hasta 2015) fueron dignos rivales del delantero portugués y del argentino, respectivamente. Aunque también les sufrieron (ellos y algunos sustitutos temporales como Pinto o Diego López), hubo pánico en ambos clubes cuando los dos guardametas cambiaron de aires. El Barça lo solucionó con éxito con una pareja como el chileno Claudio Bravo, que rindió a un gran nivel en las dos primeras Ligas de Luis Enrique, y el alemán Ter Stegen, que tras disputar Liga de Campeones y Copa en aquellos dos primeros cursos, menos expuesto a la gran presión, ya lleva dos campañas jugándolo todo menos la Copa (competición que queda para el holandés Cillessen). Su crecimiento ha sido extraordinario y hoy atraviesa su mejor momento.
Keylor Navas no acaba de convencer ni al club blanco ni a su entorno. Kepa está en el horizonte. En definitiva, la sensación es que el Real Madrid ha sido una máquina en estos dos últimos años por juego, físico, acierto en los fichajes y puntería de Cristiano Ronaldo. No importaba quién era el portero. El problema ha llegado esta temporada cuando el conjunto merengue ha perdido consistencia defensiva, permitiendo más llegadas de los rivales, especialmente en esta Liga. Y entonces todo el mundo espera que el portero evite los descalabros colectivos. Y Keylor Navas no lo hace. Kepa, el futuro.