fútbol. primera división
Punto de inflexión para el Madrid
Zidane espera que la victoria ante el Leganés revitalice el ánimo del equipo.
ignacio tylko | madrid
Tuvo que aguardar el Real Madrid al partido número 34 de la temporada para materializar un tanto decisivo en los estertores de un encuentro. Marco Asensio, en el minuto 89, dio al conjunto de Zinedine Zidane la victoria ante el Leganés con un zurdazo que encarriló la eliminatoria de cuartos de la Copa del Rey.
Hasta entonces, su escuadra parecía haber olvidado lo que era dejar con la miel en los labios a un adversario, precisamente la suerte que le catapultó el pasado curso en pos de su trigésimo tercer título de Liga. Un dato más que abunda en la negativa dinámica merengue y que el técnico espera que ayude a cambiar ese primer arreón feliz. El páramo en que se habían convertido las rectas finales para la escuadra de Chamartín contrasta con el maná de la campaña anterior, cuando sólo precisó de un choque para abrir la corriente a la que se abonaría de inmediato. Fue el 9 de agosto de 2016, en Trondheim, cuando ajustició al Sevilla en la Supercopa de Europa forzando primero la prórroga con un gol de Sergio Ramos que neutralizó en el 90+3 el 1-2 adverso y clavando luego el puñal definitivo Carvajal a falta de un minuto para que se cumplimentase el tiempo suplementario.
Probó luego el amargo veneno el Celta en la segunda jornada de Liga, con una diana de Toni Kroos en el minuto 81 que dejaba al equipo gallego sin sumar el punto que acariciaba. Se lo inoculó dos semanas después al Sporting de Portugal en la Liga de Campeones, revirtiendo con un gol de Cristiano Ronaldo en el minuto 89 y otro de Morata cuando rebasaban cuatro del periodo reglamentario el tanto de Bruno César para el conjunto luso. Luego caería el Athletic en su visita al Bernabéu, víctima de una estocada de Morata en el minuto 83. Y repetiría infortunio el Sporting de Portugal ya en el lisboeta José Alvalade cuando Benzema puso el 1-2 a tres minutos del final.
Aunque el subidón adrenalítico llegó en diciembre, cuando Sergio Ramos rescató un valioso empate en el Camp Nou sobre la bocina. Una semana después, el Deportivo de la Coruña quedaba cortocircuitado por el arreón blanco, que volteó un 1-2 con goles de Mariano y nuevamente Sergio Ramos. Siete partidos había alterado el Real Madrid el año pasado por estas fechas con sus zarpazos finales, aunque también había sangrado con los de rivales como Las Palmas, Borussia Dortmund o Sevilla. En ninguno había sido determinante para bien su desempeño en las postrimerías hasta este jueves, cuando Marco Asensio asaltó Butarque.
Una victoria que puede contribuir a cambiar la tendencia de resultados, pero que quedó empañada por la nueva lesión en el muslo derecho, pendiente aún de las pruebas de diagnóstico por la imagen, sufrida por Jesús Vallejo, sustituido por Nacho al cuarto de hora del encuentro copero. «¡Me he roto!», exclamó el central tras una jugada en la que forzó para evitar que el balón saliese de banda. El internacional sub-21 conoce perfectamente sus músculos a fuerza de habérselos sobrecargado, contracturado y roto en repetidas ocasiones tanto en el Zaragoza, como en el Eintracht de Fráncfort y este curso en el equipo blanco, donde sólo ha jugado seis partidos y el ratito frente a los pepineros.