Error horizontal, peligro en vertical
E l partido tuvo escasas variaciones en los dos equipos en cuanto al plan inicial con el que salieron ambos conjuntos. El Osasuna, una idea de juego muy vertical, generando el peligro partiendo de balón sobre sus delanteros, de sus rápidas acciones sobre espacios exteriores y de recuperaciones en salida de balón del rival. Provocadas por una presión tras pérdida muy agresiva hasta llegar a la falta y por un repliegue intermedio en los reinicios de juego del rival, que también provocaba que en las recuperaciones tuviese muchos espacios por delante del balón. La Cultural, por su parte, jugó de partida con Sergio y Señé arriba. Este aspecto restó presencia y sobre todo fijación en vigilancias de los centrales rivales Oier y Aridane, que estuvieron relativamente cómodos durante todo el encuentro.
En cuanto al juego, la idea siguió con la intención de llevar el control de juego e intentar hacer salidas de balón con juego asociativo. Este proceso de inicio de juego fue continuamente solapado por la presión de Osasuna, provocando numerosas pérdidas, debido sobre todo a la acumulación de jugadores en campo propio con balón y la reducción de espacios. Los robos del rival se hacían casi constantes. Aún así, los leoneses aguantaron hasta el borde del descanso, cuando Viti cometió una falta en la frontal que fue lanzada por Quique y finalizada en gol por Fran Mérida en el rechace.
La segunda parte siguió con los mismos planteamientos, aunque la Cultural varió los jugadores dentro de la misma estructura. Guarrotxena se puso en punta, quedándose Sergio y Mario por delante de Yeray, con Moutinho y Señé por fuera, aunque este último con tendencia de meterse por dentro con balón. Así se produjo el gol leonés, después de conseguir el catalán recibir por dentro, hacer una pared con Guarrotxena y golpear desde lejos.
El segundo gol de los navarros, justo antes de éste que contábamos de Señé, resumió el concepto general del partido, en el que cada vez que los leoneses se excedían en el número y en la dirección de los pases en el campo propio, significaban pérdidas ante la presión alta de los locales con la consiguiente y rápida ejecución de jugada de ataque. Quique recuperaba el balón, daba un pase hacia Lasso y éste con un disparo desde fuera del área hacía? el gol.