Concentración máxima
E ste deporte de masas mezcla sensaciones y emociones que pasan por distintos sentidos de ánimo a lo largo de toda una temporada. De la misma forma, el valor de un equipo se mide por los resultados obtenidos, que se convierten en puntos que suman, siendo lo que realmente cuenta, y colocándote en una posición determinada en la clasificación. Puntos es lo que hasta este momento la Cultura necesita, porque la consecución de demasiados errores es un lastre que pesa jornada a jornada y en visos de desaparecer, siempre aparece alguno, que merma el rendimiento en el conjunto de cada partido, y hace que el trabajo realizado dentro del campo no se vea reflejado, ni en goles, ni en puntos.
Nadie dijo que está categoría fuera fácil y mucho menos un camino de rosas sin espinas, pero sí que en los momentos decisivos, el bloque del conjunto apareciera y resolviera situaciones desfavorables, tornándolas en resultados positivos que mantuvieran una cierta línea de continuidad dentro de una zona tranquila de la tabla para equipo y afición. Dejarse puntos ante rivales directos en la lucha por el mismo objetivo y no rematar a los rivales cuando están en ese punto de hacerlo, conlleva que en este deporte, cualquier acción cambie la situación de un partido y un error tenga sus consecuencias, hasta llegar a darle la vuelta y variar el marcador final.
Hoy nos visita el Rayo Vallecano, un equipo de los punteros de esta liga, no valen excusas, ni la posición en la tabla. El Reino debe ser inexpugnable y las victorias tienen que llegar, si no se quiere empezar a ver el pozo de manera cada vez más cercana. Esta parte del calendario es complicada, pero hay que salir de ella de la mejor manera posible y sumando puntos, porque en circunstancias como éstas es donde el bloque debe demostrar su solidez y sobriedad, para darle ese empujón que vuelva a engrasar una maquinaria, que por una u otra causa no terminar de coger una línea de continuidad ascendente, que marque el camino de la regularidad. No hay un momento más que perder, toca ya.