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la entrevista | RAFA MUÑOZ

«La gente no está preparada para asumir un fracaso ni tampoco el éxito repentino»

Rafa Muñoz, exnadador español recordman del mundo

Rafa Muñoz es plusmarquista mundial de los 50 metros mariposa en piscina larga y campeón de Europa. F. OTERO PERANDONES

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León

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PABLO RIOJA | LEÓN

Plusmarquista mundial de los 50 metros mariposa en piscina larga y campeón de Europa —entre otros tantos títulos— Rafa Muñoz (Córdoba 1988), es uno de los grandes nadadores españoles de todos los tiempos, pero sobre todo es un ejemplo de superación, constancia y humildad. Incapaz de asimilar del todo el éxito repentino, se retiró cuando apenas tenía 28 años e incluso pensó en quitarse la vida en dos ocasiones. Este fin de semana estuvo en La Venatoria ofreciendo un clinic donde contó su experiencia en el deporte de élite. «La vida todo te lo da y todo te lo quita», dice.

—Ahora parte de su trabajo lo dedica a impartir conferencias motivacionales a cientos de jóvenes. ¿Quién es ahora Rafa Muñoz?

—Es un chico de 30 años que nació en Córdoba, que ha sido siempre igual, campechano. Desde que empecé, pese a los éxitos, me he mantenido con los pies en la tierra, sereno.

—Y aún así es un plusmarquista mundial. ¿Qué recuerda de aquella etapa?

—Al final, cuando pasa el tiempo te quedas siempre con lo bueno, los momentos dulces, pero también es recomendable recordar los no tan buenos, el qué hiciste para modificar ese mal camino y regresar a la buena senda.

—¿Las derrotas dan siempre mejores lecciones que las victorias?

—Desde luego. Con las victorias tienes un amor ciego, no te das cuenta de la realidad. Cuando te das cuenta de verdad es en los momentos en que las cosas no salen como esperabas. Tampoco lo llamaría fracaso, porque si ya lo has intentando, aunque no lo logres, no es un fracaso.

—En una sociedad donde sólo se vende lo perfecto, lo aparentemente feliz, ¿cómo le explica a los jóvenes en sus charlas que los fracasos son parte de la vida?

—Yo creo que la gente no está preparada para fracasar. Los llamados ‘influencers’ sólo cuentan lo bonito en las redes sociales, lo que es susceptible de admirar, pero nadie cuelga la verdad. La gente no está todo el día sonriendo, ni tienen un día perfecto siempre. Sin duda alguna muchos de ellos están manipulando a la sociedad. Pero no es sólo culpa suya. Somos nosotros los que nos dejamos manipular por un perfil falso encauzado a engañar.

—Sin embargo en su caso no ha tenido inconveniente en contar que pensó en quitarse la vida en dos ocasiones cuando competía al más alto nivel.. .

—Así es. Pero en las conferencias con los jóvenes no suelo hacerlo porque al final ellos tienen una vida por delante y debes tener cuidado, ahora trato de iluminarles y motivarles. Pero te puedo decir que, en mi caso, tuve la suerte de encontrarme con éso. Y digo la suerte, no la mala suerte, porque aprendí y salí adelante. Pero es una realidad que ocurre y seguirá ocurriendo constantemente en el deporte. Una federación o la mayor parte de los entrenadores no están preparados para un caso tan extremo como fue el mío. Ellos saben entrenarte, prepararte para competir al máximo nivel pero no para sacarte de un pozo. Creo que deberían educarnos para ese tipo de situaciones.

—¿Y Cómo salió usted del pozo?

—Con ayuda familiar y psicológica. Pero hay gente para la que la palabra ‘psicólogo’ es un tabú. Yo cuando me quiero cortar el pelo voy al peluquero, cuando me duele el estómago voy al médico y cuando tengo un problema psicológico acudo a un experto.

—¿Por qué le dio por la natación?

—Era muy nervioso, lo sigo siendo y la natación me relajaba, me cansaba y además no era un deporte lesivo. Es uno de los deportes más practicados.

—Cierto. Y sin embargo da la sensación de que es minoritario...

—Pues es uno de los que más licencias federativas tiene.

—¿Y ahora a qué se dedica?

—Trabajo y estudio, doy conferencias y hago de padre y de marido.

—A lo largo de su carrera como profesional entrenó en Córdoba, Barcelona y Marsella. ¿Qué le aportó cada sitio?

—En Francia entrenaba con objetivos y con un planning adaptado a la velocidad, por eso se obtenían tan buenos resultados. El nadador tenía voz y voto. Era más profesional que los otros sitios.

—¿Y ahora sigue nadando?

—Hace mucho que no. Hago crossfit, soy profesor de niños y adultos. De la natación acabé muy cansado. Con esto vengo a entrenar, estoy con lo chicos, me siento mucho más realizado.

—¿Su problema fue aquel éxito tan repentino?

—Puede ser. Tampoco nos enseñan a afrontar un éxito.

—¿Qué consejo le da a los jóvenes que entrena para que no les ocurra algo similar?

—Es que el consejo no se da en un día, sino a lo largo de una trayectoria. Pero le diría que ante todo preserve la humildad y confíe en lo que está haciendo.

—¿Si volviera atrás cambiaría algo?

—Repetiría todo igual.

—¿Hay relevo para Rafa Muñoz en España?

—A nivel de velocidad nadie, porque no existe un programa de velocistas en el país. Se trabaja más el medio fondo. No sabemos entrenar a los velocistas en España.

—¿Porque falta el apoyo económico?

—Porque falta interés. Considero que un velocista es mucho más complicado de entrenar que un fondista. Hay falta de costumbre en España y así se va a quedar. Un velocista es como un coche de Fórmula 1, con pequeños reglajes el coche va o no va, y un fondista es como uno de rallies, que va a lo loco, al final corre pero no es efectivo al cien por cien.

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