Fútbol ■ Segunda División
De la Barrera depende del Comité de Competición
Aspire se plantea cambiar al entrenador si el castigo es de varios partidos Considera vital la dirección a pie de campo.
Rubén de la Barrera, a la derecha de la imagen, junto a sus ayudantes en las labores técnicas de la Cultural. MARCIANO PÉREZ
Hace unos pocos días Felipe Llamazares ratificaba a Rubén de la Barrera como entrenador de la Cultural, pero su continuidad no está tan clara como confirmó el propio Llamazares. Que el técnico De la Barrera ha perdido crédito a raíz de sus palabras y del rendimiento del equipo es una realidad. Además, hay que sumar en su contra la posibilidad de que el Comité de Competición decida una fuerte sanción para el técnico. Rubén de la Barrera se expone a una sanción que podría apartarle de los banquillos por lo que resta de temporada -diez jornadas-, después de su expulsión de en el último minuto del encuentro disputado ante el Albacete Balompié (0-0) en el Carlos Belmonte. La sanción oscila entre 4 y 12 partidos.
Pese a la confirmación del técnico que aseguró Llamazares hace un par de semanas, otra parte con capacidad de decisión en el club ya se plantea la posibilidad de sustituir al entrenador si Competición castiga al preparador con una cifra importante de partidos de suspensión para dirigir al equipo leonés que aconseje su cambio por otro técnico ante el delicado y, a la vez, decisivo último tramo de la competición para eludir el descenso a Segunda División B.
La redacción del acta del árbitro cántabro López Toca deja muy claro el motivo de la expulsión del preparador culturalista: «De la Barrera fue expulsado por entrar al terreno de juego tocando el balón y cortando con ello un ataque del equipo adversario». Además, De la Barrera se encuentra fuera de su área técnica, ilegalidad que le permite llegar al balón cuando lo corta. Una situación que también tendrá en cuenta el Comité de Competición.
Es por ello por lo que Aspire, la academia catarí propietaria de la Cultural, ha estado realizando sondeos y movimientos. Se está activando en busca de entrenadores por si finalmente el técnico gallego no siguiera al frente del banquillo culturalista. Los resultados sí importan a Aspire, propietario de la Cultural, que invirtió su dinero para ascender a Segunda División y seguir creciendo. Aspire baraja esta posibilidad con la opción de llevarla a cabo como un hecho de cordura y de responsabilidad como propietario de la Cultural para poner todo de su parte para evitar el descenso de un equipo que puede quedarse sin la dirección de partido de su primer entrenador durante la fase vital para seguir en Segunda División.