Las cuentas de la lechera

L as jornadas pasan y la situación clasificatoria del conjunto culturalista no mejora. Al contrario, se torna más complicada al finalizar cada semana. La falta de gol partido a partido es un factor más que común en los últimos tiempos de este 2018, unido a que el más mínimo error cometido no perdona, si no es castigado sin la suma de puntos, y con tintes de derrota, convirtiéndose en un hecho habitual a la conclusión de cada partido. Con estas premisas es difícil pensar en un cambio de circunstancias que den un giro de 360 grados a esta situación, que empieza a tener que coger papel y boli, plasmando números, que permitan cuadrar las cuentas en las pocas jornadas que restan. Todo pasa por sumar de tres en tres, más posibilidades no hay, lo demás es mera especulación, porque la realidad se vive día a día y hasta el momento las consecuencias son las que son.

Cada encuentro a disputar refleja la trayectoria efectuada, y tras 33 jornadas cada equipo está ubicado en un lugar por todo lo realizado, es decir, por méritos propios, porque la regularidad es lo que se plasma en la tabla, y los números marcan su posición. Se puede ver que es lo que le falta al equipo en un breve repaso a partidos ganados, empatados y perdidos, con los goles a favor y en contra, así como la línea seguida jugando de local y de visitante.

La carta del Miniestadi es la última baza para seguir con esperanza de reducir distancias con la posición que marca la salvación, y el ser el inicio de una racha de triunfos que mantenga las posibilidades de ser posible conservar la categoría. Llegada esta situación lo que importa y cuenta es sumar tres puntos cada jornada, con independencia del estilo de juego y de quienes sean los que participan en el terreno de juego. Sólo vale ganar o ganar hoy en el recordado Miniestadi.