León ondea en el volcán Citlaltépetl

MIGUEL ÁNGEL TRANCA | LEÓN

Pablo Montiel y Hugo Alonso llevaron la bandera de León a lo más alto del volcán Citlaltépetl, también conocido como Pico de Orizaba. Un reto que para los dos primos leoneses ha tenido por delante cuatro meses de preparación, un coste que se han costeado ellos y algo más de siete horas de ascensión, las que llevaron a Hugo a hacer cima por encima de los 5.600 metros (Pablo se quedaba unos cientos de metros más abajo debido al mal de altura que le provocó vómitos y un importante dolor de cabeza.

Daba igual porque su primo Hugo sí conseguía llegar a lo más alto colocando una bandera de su tierra. Fue por unos minutos antes de iniciar el descenso con la satisfacción de haber hecho realidad su sueño. Y tras un trayecto que iniciaban en el campamento base en el refugio de Piedra Grande. A las doce de la noche del sábado al domingo acometían un reto que para Pablo finalizaba en apenas seis horas. Una hás empleaba Hugo para llegar a lo más alto de la cima de un volcán que se ha convertido en uno de los destinos con mayor número de montañeros.

«Sabíamos que iba a ser un ascensión exigente. Pero también con un gran atractivo para nosotros», apuntaba Pablo apenas unas horas después de haber logrado lo que se proponían. «Aunque yo no pude llegar a lo más alto sí lo hizo Hugo. Y eso es lo importante».

Para el montañero leonés, «nuestro objetivo era llegar a la cima. Para eso nos hemos preparado a lo largo de los últimos meses y también tenemos detrás de nosotros muchas horas de experiencia en los Picos de Europa y también en otras montañas», bagaje necesario para afrontar un proyecto que en las jornadas previas tuvo su adaptación para ambos logrando hacer cima en el Pico del Fraile, la puntamás elevada del Nevado de Toluca.

En un volcan que «por suerte no está activo» Pablo y Hugo tuvieron que hacer frente a unas horas de ascensión exigentes en un terreno caracterizado por la piedra volcánica y roca suelta en una continua subida sin descanso alguno. «Para afrontar este reto nos hemos informado bastante y también hemos entrenado lo necesario. Ha sido una experiencia maravillosa que por suerte ha tenido un desenlace feliz. La presencia de un glaciar nos ha complicado las cosas pero no ha impedido que subiéramos», precisa Pablo que cuenta también como anécdota que en la cima del Citlaltépetl Hugo se encontró con otro montalero, en este caso tembién de la ciudad de León, pero la mexicana. Dos leoneses, uno de cada país y continente, pero con el mismo objetivo y deseo, hollar en el Pico mexicano de Orizaba (está ubicado en los límites territoriales de los estados de Puebla y Veracruz).

«Después de haber llegado arriba vamos a asimilarlo durante los próximos días y luego a pensar en siguientes retos», precisan los dos montañeros leoneses que dejaban caer para el 2019 la posibilidad de afrontar alguna de las siete montañas mñas altas del mundo. «Aún no tenemos por cual empezar pero si todo sale bien y logramos la financiación necesaria el próximo año afrontaremos otro reto personal».

Lo que sí tienen claro tanto Pablo como Hugo es que su pasión por la montaña les ha llevado a acometer, y con éxito, la ascensión al Citlaltépetl. «No queremos ser más que nadie ni tampoco entrar en una competición con nadie. Buscamos hacer realidad algunos de nuestros sueños y en este caso hemos podido lograrlo. Es cierto que no es el pico más alto del mundo pero sí ha contado con una elevada exigencia para afrontarlo. Lo hemos hecho y además hemos presumido de ser leoneses, algo que para nosotros, a pesar de estar a miles de kilómetros, nos ha dado fuerzas».

Y todo en la montaña más alta de México, el Citlaltépetl.