La Fideber destaca a los jóvenes valores y promesas
33 premios se repartieron entre 11 disciplinas Nuria Lugueros fue la gran protagonista y la más ovacionada.
Eduardo Morán hizo de anfitrión como alcalde de Camponaraya, junto a Manolo Macías. L. DE LA MATA
otero conde | camponaraya
La Fideber cumplió su XXXI edición regalando sonrisas y premiando a todos los agentes del deporte. En una fiesta deportiva, cultural y gastronómica, la cita más informal, la que no es de corbatas ni manteles, se repartieron 33 premios a un gran número de disciplinas y colaboradores: Centro Óptico Berciano (2), Toralense, Atlético Bembibre, Laciana, Cuatrovientos, Naraya de Halterofilia, Aitor Martínez, Claudio Gutiérrez, Iván, Miguel, Ada y Noa Muñoz, Alejandro Pardo, Inés Baelo, Héctor Martínez, Félix Tamayo, Pablo Dorbes, Andrea Llamas, Pablo Calvete, Daniel Asenov, Daniela Domínguez, Lía Gancedo, Alba Pérez, María Suárez, Raquel Villán, Rodrigo Blanco, René Ezquerro, Nuria Lugueros, Antonio Oliveira, Jesús Marqués Nistal, Vicente Barrio y Eduardo Morán se llevaron un estatuilla como reconocimiento a su temporada en unos casos, a su apoyo al deporte en otros y a su colaboración con la Fideber en el último de los supuestos.
La Fiesta del Deporte Berciano nació como unos premios al fútbol base y modesto y aunque creció y se abrió a más deportes, la esencia continúa. De todos modos, este año se restringieron a poco más de la cuarta parte. Toralense, Toreno y Centro Óptico Berciano tuvieron su especial protagonismo.
La deportista de mayor postín que estuvo en la cita fue Nuria Lugueros. La atleta se mostró orgullosa por el premio e ilusionada por una temporada de verano en la que hay un Europeo como gran objetivo. Además, destacó el papel de su compañero de entrenamientos Saúl Ordóñez, que el viernes se proclamaba campeón Iberoamericano de 800 metros con mejor marca personal y mejor marca europea de la temporada.
Como ya hiciera en la presentación, Eduardo Morán, alcalde de Camponaraya, reconoció el trabajo de Macías a favor del deporte de base y aficionado: «Siempre da protagonismo a los que menos se ven y realizan un gran trabajo».
El pulpo y la carne ‘o caldeiro’ fueron los otros protagonistas de la cita. Además, por primera vez en muchos años, la comida y los premios no se entregaron en un clima de calor. Y las magníficas instalaciones del Recinto Ferial de Camponaraya se mostraron como un sitio ideal para volver a acoger esta fiesta en sucesivas ediciones.