Entre la leyenda y la historia
La Bélgica del español Roberto Martínez pretende jugar la final a costa de Francia .
S. APARICIO | San Petersburgo
Solo un partido, el fijado en el estadio de San Petersburgo hoy martes (20.00 horas por Tele 5), separan a Francia del reencuentro con la historia y a Bélgica de convertirse en un equipo de leyenda.
La apuesta es más que considerable para dos selecciones que han sobrevivido al devenir de Rusia 2018 y que han llegado hasta la frontera de la final. No es una situación nueva para ninguna. Pero sí formidable para las dos por poco habitual.
Francia está a un paso de situarse en la tercera final de un Mundial. Una la ganó, en 1998, como anfitrión. La otra la perdió, en Alemania 2006 contra Italia.
Bélgica disputará una semifinal de un Campeonato del Mundo por segunda vez. No tuvo éxito en la anterior, en México 1986, cuando fue superada por Argentina. Terminó en el cuarto lugar el conjunto entonces dirigido por Guy Thys y con futbolistas reputados como Jean-Marie Pfaff, Eric Gerets, Enzo Scifo, Jan Ceulemans o los hermanos Franky y Leo Van der Elst. Perdió la consolación, precisamente, contra Francia.
Han pasado treinta y dos años para que Bélgica se reencuentre con una situación similar y aborde el asalto a un lugar desconocido. Una final por un título mundial. Afronta como una ocasión única la selección belga la disposición en la que se encuentra. En manos de una de las mejores generaciones de su historia, en plena madurez, asume con convicción el reto. Mucho ha tenido que ver en ello el técnico, el español Roberto Martínez, capaz de armonizar el talento y plagar de confianza a un magnífico grupo lastrado por las últimas decepciones.
Bélgica transitó por la primera fase con autoridad. Como el conjunto más goleador del torneo, liderado en este aspecto por Romelu Lukaku. Ataviado por un sistema de juego ofensivo es su referencia.