La Deportiva se encontrará con siete campos de hierba artificial
La necesidad de adaptación en Segunda División B pasa, además de por el rival, por el tipo de campo que se pueda encontrar en cada salida, y este año en el grupo I se encuentran hasta siete equipos que disputarán sus encuentros como locales sobre césped artificial, una superficie a la que suele costar adaptarse a los equipos acostumbrados a entrenar y jugar sobre hierba natural.
Rápido de Bouzas, Guijuelo, Internacional de Madrid, Navalcarnero, San Sebastián de los Reyes, Unión Adarve y Las Palmas Atlético son los siete conjuntos que cuentan con instalaciones de césped sintético. Trasladado a la competición, suponen 21 puntos en juego sobre esta superficie, una cantidad lo suficientemente grande como para tomarse muy en serio este apartado.
Además, los intentos de adaptación a estos campos con una semana de antelación suelen complicarse más debido a que cada uno cuenta con un tipo de superficie diferente y en diversos estados de conservación, por lo que disponer de un campo como el Vicente del Bosque, de césped artificial, sólo contribuye en parte a ayudar al cambio de terreno de juego.
Esta es una de las circunstancias que la planificación que está llevando a cabo Jon Bolo no quiere pasar por alto, y por eso quiere contar con suficientes variantes en el juego de su equipo como para adaptarse a cualquier inconveniente que se pueda encontrar en el camino, ya sea en el planteamiento del rival o en el terreno de juego.