Mohamed y Rubi abren sus nuevos proyectos con un empate
D. M. | VIGO
El Celta abrió la era de Antonio Mohamed en Balaídos con un empate ante el Espanyol (1-1), en un partido que controló con autoridad en los primeros veinte minutos pero que se niveló sin excesiva brillantez en el resto del choque, escaso de ocasiones de gol.
Fueron veinte minutos vertiginosos del Celta, que se desinfló poco a poco, con menos ritmo y menos presión. El Espanyol encontró entonces líneas de pase. Se sintió menos oprimido para poder combinar.