Gallopin se suma a la fiesta
El francés vence en la meta de Pozo Alcón y Valverde se acerca al liderato.
CARLOS DE TORRES | POZO ALCÓN
El francés Tony Gallopin (Ag2r) tiró de fuerza y valentía para sorprender con una escapada cercana a meta que le permitió imponerse en la séptima etapa de la Vuelta, que enlazó Puerto Lumbreras y Pozo Alcón a través de 185,7 kilómetros, en la que su compatriota Rudy Molard (Groupama) conservó el maillot rojo y Alejandro Valverde avanzó al segundo puesto.
Sigue la fiesta francesa en la Vuelta. Molard se puso líder en Roquetas, Bouhanni ganó en San Javier y en la inédita meta de Pozo Alcón, en la puerta sur del Parque Natural de Cazorla, Gallopin se unió al festival con su primera victoria en la ronda española.
Lo hizo al estilo que le encumbró en 2013 en la Clásica de San Sebastián con el maillot y en 2014 en Tour de Francia con la jornada de Oyonnax, un ataque lejano, un pequeño hueco y a aguantar hasta meta. Levantó los brazos con un adelanto de 5 segundos sobre el grupo principal, seguido del campeón mundial Peter Sagan y de Valverde, que rebañaron 6 y 4 segundos de bonificación.
En ese grupo no estaba el polaco Michal Kwiatkowski, víctima de una caída en el descenso del Alto de Ceal. Llegó con un retraso de medio minuto y pasó al sexto puesto de la general, que siguió encabezada por Molard, seguido de Valverde a 47 segundos.
Fue una llegada muy española, con cinco corredores entre los diez primeros, ya que también se metieron al frente: Eduard Prades (Caja Rural), Omar Fraile (Astana), Ion Izagirre (Bahrain) y Enric Mas (Quick Step).
Para vivir un desenlace emocionante hubo que anular una fuga de siete corredores que aguantaron una larga cabalgada hasta el segundo y ultimo ascenso, donde se alborotó el ‘gallinero’. Movistar, buscando oro para Valverde, tensó en los 4,5 kilómetros de ascenso al Alto de Ceal, lo que terminó de arruinar la fuga del día. Subiendo atacó el canadiense Michael Woods, sin suerte, ya que fue neutralizado a 500 metros de la cima, situada a 12 kilómetros de Pozo Alcón
El descenso, peligroso, por una carretera parcheada, marcó el desenlace de la etapa. Kwiatkowski y Carapaz se estamparon contra el asfalto. A 5 de la raya final atacó Jesús Herrada (Cofidis), se pusieron a perseguir unos cuantos corredores, con Quintana, Valverde y Miguel Ángel López. Entre ellos viajaba Gallopin, quien no deseaba jugársela al esprint con Valverde o Sagan. El francés alcanzó a Herrada, le dejó plantado e inició una contrarreloj hacia la victoria. Ya nadie le vio el pelo. Resistió con un puñado de segundos.