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Alcolea evitó en el último minuto el gol de la victoria para la Deportiva. ALMEIDA

Publicado por
León

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á. ortega | SALAMANCA

Había ganas de ver fútbol de segunda en el Helmántico, donde hacía ya 1.931 días que el aficionado se sentaba en su butaca resignado por tener que digerir espectáculo de tercer nivel. Esas ganas pronto se plasmaron en el campo, donde el Salamanca (0-0), espoleado también por el mal resultado encajado en su debut en la categoría, salió encima de su rival, atosigándole y provocando muy rápido los primeros acercamientos al área de Gianfranco. Dos saques de esquina en apenas tres minutos acogotaron a la Ponferradina en su campo, sin margen siquiera para sacar el balón jugado.

Diez minutos le costó sacudirse el dominio a los de Bolo, que encontraron en las posesiones largas la fórmula para contrarrestar el empuje rival. Fruto de ello fue la primera ocasión clara, en una contra que conduce Yuri pero que deja en fuera de juego a su compañero Dani Gómez por la tardanza en el pase definitivo.

Superados los primeros compases, el partido entró en un toma y daca con tímidas ocasiones en ambas áreas. Así, primero fue Iván Calero el que pudo llevar el primer tanto al marcador en un disparo seco desde la frontal que Gianfranco envió a córner; y poco después fue Ríos Reina el que tuvo la oportunidad en una falta peligrosa que sin embargo no supo aprovechar en un mal golpeo que se fue alto.

Había avisado Bolo que los suyos tendrían que hacer muy bien las cosas si querían llevarse los tres puntos del Helmántico, y el transcurrir de los minutos le dio la razón. El Salamanca disfrutó de la posesión, mientras el conjunto berciano no tuvo reparos en ceder el balón a la espera de que llegara un latigazo, bien en un contragolpe o bien en una acción aislada de sus jugadores más adelantados. Y ésta llegaría al filo del descanso, en una tijera de Yuri dentro del área pequeña que Alcolea acierta a detener en una buena acción de reflejos. Poco antes bien pudo haber adelantado al Salmantino Pablo González, en una jugada que no supo resolver después de haberse anticipado a la zaga.

La reanudación no dejó grandes cambios. El Salamanca mandaba más en la posesión, sin llegar a disfrutar de ocasiones excesivamente claras, mientras la Ponferradina parecía confiarlo todo a su esprint final. El resultado fue un ritmo cansino (el calor contribuía a ello) y pocas llegadas a las áreas, donde los guardametas tenían poco trabajo.

Mientras, Pablo González era el jugador más incisivo y el que más lo intentaba por parte local, Yuri se encontraba muy solo en su pelea con la defensa salmantina. Un disparo del primero se fue alto por muy poco apenas unos minutos antes de que Manu Molina lo intentara también desde fuera del área. En el otro área, Yuri tuvo la suya pero su disparo cruzado lo atajó Alcolea.

Con un calor que fue haciendo mella a medida que caían los minutos, fueron ambos técnicos los que buscaron desequilibrar la balanza con sus movimientos desde el banquillo. Bolo dio paso a David Grande y a Carnicer con la intención de buscar mayor movilidad de centro del campo hacia arriba, y su apuesta dio resultado por momentos. Prueba de ello fueron los disparos desde fuera del área de Grande y Dani Pichín que no encontraron puerta.

También el técnico local Campos quemó todas sus naves, y precisamente uno de sus cambios, Owusu, tuvo dos buenas ocasiones para romper el empate pero fue incapaz de batir al meta de la Deportiva. Sin embargo la última, y seguramente la más clara de todo el partido, la tuvo David Grande en el minuto 93 cuando se planta a un metro del meta local y su disparo lo salva Alcolea de forma casi milagrosa con todo el banquillo visitante pendiente del desenlace.