Diario de León

Federer se funde en Nueva York

El suizo no supera a John Millman, 55 del mundo, que se medirá a Djokovic en cuartos Suárez-Navarro se luce en su cumpleaños ante Sharapova y alcanza la ronda de ocho

Federer se despide de los aficionados al caer eliminado en el Open USA.

Federer se despide de los aficionados al caer eliminado en el Open USA.

Publicado por
IDOYA NOAIN
León

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Ha pasado otras veces antes, y desde hace tiempo: un mal partido de Roger Federer que lleva a algunos a anunciar el fin de la más brillante carrera del tenis. Una y otra vez en esas ocasiones el campeón suizo ha desarticulado a los agoreros. Y aunque esas lecciones deberían enseñar a no acelerarse en las predicciones, también hay algo seguro. El Roger Federer que sucumbió el lunes por la noche y la madrugada del martes en su encuentro de octavos en el Abierto de Estados Unidos frente a John Millman, 55 del mundo y hasta ese momento incapaz de vencer a un top 10, no era el de antaño. Se fundió en Nueva York. Y de una forma inédita.

 

A un jugador que desde Australia hasta Dubai ha superado otras veces condiciones tórridas le consumieron el calor y la humedad (los mismos que enfrentaba Millman, ocho años más joven). Y Federer fue también víctima de los errores, acumulados hasta sumar 77 no forzados en las tres horas y 35 minutos que hicieron falta para llegar al 3-6, 6-5, 7-6 (9-7) y 7-6 (7-3). Muchos vieron algo distinto en él esta vez. Ahí estaban el cansancio y, lo impensable, la ausencia de elegancia, hasta ahora uno de los mejores atributos de su tenis. Y pocas veces se ha usado el adjetivo “terrible” para hablar de su juego, pero esta vez se hacía inevitable.

Carla Suárez celebra la victoria sobre Sharapova. / ADAM HUNGER (AP)

Ha pasado otras veces antes, y desde hace tiempo: un mal partido de Roger Federer que lleva a algunos a anunciar el fin de la más brillante carrera del tenis. Una y otra vez en esas ocasiones el campeón suizo ha desarticulado a los agoreros. Y aunque esas lecciones deberían enseñar a no acelerarse en las predicciones, también hay algo seguro. El Roger Federer que sucumbió el lunes por la noche y la madrugada del martes en su encuentro de octavos en el Abierto de Estados Unidos frente a John Millman, 55 del mundo y hasta ese momento incapaz de vencer a un top 10, no era el de antaño. Se fundió en Nueva York. Y de una forma inédita.

 

A un jugador que desde Australia hasta Dubai ha superado otras veces condiciones tórridas le consumieron el calor y la humedad (los mismos que enfrentaba Millman, ocho años más joven). Y Federer fue también víctima de los errores, acumulados hasta sumar 77 no forzados en las tres horas y 35 minutos que hicieron falta para llegar al 3-6, 6-5, 7-6 (9-7) y 7-6 (7-3). Muchos vieron algo distinto en él esta vez. Ahí estaban el cansancio y, lo impensable, la ausencia de elegancia, hasta ahora uno de los mejores atributos de su tenis. Y pocas veces se ha usado el adjetivo “terrible” para hablar de su juego, pero esta vez se hacía inevitable.

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