Liga de Campeones
El Ademar hace terapia de grupo
Guijosa tiene por delante un «duro trabajo de recuperación» para que el equipo muestre ante el Dinamo este sábado su mejor cara y no repita lo de Irún.
sergio c. anuncibay | león
El Abanca Ademar quiere pasar página de la contundente derrota que sufrió contra el Bidasoa Irún en la tercera jornada de Liga (25-18). Los leoneses mostraron una cara desconocida, sobre todo desde que Rafa Guijosa asumió el cargo, allá por septiembre de 2015, justo después de que el equipo quedara fuera de la competición europea tras acabar la temporada regular en la séptima plaza.
Desde entonces, ya con el técnico madrileño al mando, siempre se habían marcado, al menos, veinte goles, algo que no ocurrió el pasado martes en el Artaleku, donde los leoneses revelaron en ataque, también en defensa, una imagen que chirría con los hábitos de un equipo que casi siempre compite, más allá del cansancio acumulado por tanto viaje.
Hay que remontarse al 4 de octubre de 2014 para ver un resultado que refleje una producción ofensiva tan pobre. Fue contra Granollers, igualmente a domicilio, cuando el Ademar no pudo pasar de los 17 tantos frente a los 24 de los vallesanos.
Guijosa achacó el mal juego a varios factores y reconoció entre ellos que la plantilla acusa cierto desgaste porque desde que arrancó la competición ha tenido que doblar turno cada semana para compatibilizar la Liga y la Champions.
Pero fue más allá y exhortó a sus jugadores a que reflexionen para que algo así «no vuelva a suceder». Exigió a «todos» los que forman el vestuario una buena dosis de «autocrítica» y aseguró que el Ademar puede dar «más» de sí. Estaba enfadado porque su equipo firmó ante Bidasoa uno de los peores partidos de las últimas temporadas.
El rendimiento, durante los sesenta minutos, estuvo muy por debajo de lo esperado, aunque ya había advertido el técnico que los irundarras van a luchar este curso por el subcampeonato.
De momento han presentado su candidatura con el aval de dos victorias y un empate en estos tres primeros encuentros del año. Además estarán centrados solo en la Liga, algo que, al menos hasta diciembre, no podrá hacer el conjunto leonés, que sin margen para un análisis sosegado, debe cambiar el chip prematuramente para recibir el sábado al Dinamo de Bucarest en León. «Tenemos que hacer un duro trabajo de recuperación, primero de todo lo anímico porque la cabeza no funcionó», explicó Guijosa nada más acabar el duelo ante Bidasoa, que debería marcar un punto de inflexión en la trayectoria de un Ademar que si no ofrece su mejor versión es un rival bastante vulnerable dada la tremenda igualdad que hay este año entre todos los aspirantes al segundo cajón del podio.