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Correa saltó al campo en la segunda mitad y fue el mejor de los rojiblancos. RODRIGO JIMENEZ

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León

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Atlético de Madrid 1 Betis 0 Un tanto del delantero argentino le da los tres puntos a los rojiblancos en un partido táctico en el que el conjunto de Simeone fue mejor que el de Setién

JAVIER VARELA | MADRID

El Atlético se llevó la victoria ante el Betis (1-0) que le permitía por unas horas colocarse líder y marcharse al parón de selecciones con el regusto que da el triunfo metido arriba. Una victoria que llegó de las botas de Ángel Correa, que volvió a ejercer de revulsivo del conjunto rojiblanco. El césped del Metropolitano se convirtió en un tablero de ajedrez en el que Diego Pablo Simeone y Quique Setién desplegaron sus fichas. Mientras el técnico rojiblanco movía una torre, un alfil y un peón, el entrenador verdiblanco apostaba por un alfil, un par de peones y un caballo.

El fútbol se convertía en un juego de estrategia en el que uno, el Betis, apostaban por tener el balón, y el otro, el Atlético, por presionar arriba para impedir que el rival pudiera sacarlo con comodidad. De nuevo una defensa de cinco se convertía en la criptonita del Atlético de Simeone, que sufre cuando tiene que enfrentarse a un equipo con esa formación. Esta temporada le pasó ante el Celta de Mohamed, le ha pasado dos veces contra Pablo Machín o ante el Chelsea en casa el curso pasado. Por eso el Cholo apostó por un 4-4-2 con Kalinic como compañero de Griezmann y una presión alta que empezaban los dos de arriba secundados por Lemar, Saúl y Koke. Una combinación de Lo Celso, Guardado por el centro del campo dejó sólo a Loren que mandó inexplicablemente su remate fuera.

El Betis utilizaba a Pau como si fuera un portero de fútbol sala para sacar el balón ante la presión atlética. El Atlético iba ganando en posesión con el paso de los minutos gracias a una presión que provocaba los fallos en la salida del balón bética, y Filipe Luis probó desde lejos pero su disparo se marchó fuera.

Tan centrados estaban unos y otros en la estrategia que se olvidaron que al fútbol se gana como al ajedrez, derribando primero la reina y luego el rey para alcanzar el jaque mate. En el fútbol eso se llama gol, pero andaban más pendientes del rival que de elaborar su propio juego. En el Metropolitano se palpaba en el ambiente que el partido se iba a decidir como en el patio del colegio: quien mete gana.

El descanso debió espolear a ambos equipos, aunque, de nuevo, el peligro lo llevaba el Atlético. Primero Griezmann comprobó que Pau tenía manos y un minuto después un remate de Kalinic se estrelló en el palo derecho de la portería bética cuando todo el Metropolitano celebraba el gol. . El Atlético seguía al ataque y se quitó el corsé ante un Betis que se quedó sin balón y sin balón los verdiblancos son menos rival.

Mientras Simeone y Setién seguían con su partida en los banquillos, Tello descubrió que Oblak tenía manos y Saúl probó suerte, aunque su remate se fue pegado al palo. El gol se barruntaba pero no terminaba de llegar. Y otra vez del lado del Atlético. Correa puso un balón de oro desde la línea de fondo y ni Godín, que se había incorporado al ataque, y Griezmann no supieron rematar cuando parecía imposible no hacerlo. Pero entonces apareció Correa para marcar.

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