Lebron traslada a Los Angeles su desafío a los Warriors

En busca de un nuevo desafío que engrandezca aún más su carrera, Lebron James, ya con tres anillos de campeón en su palmarés, protagonista de las últimas ocho finales de la NBA, decidió este verano cerrar su segunda etapa en Cleveland e irse a Los Angeles para enfundarse la camiseta de los Lakers. Podría haber optado por unirse a Embiid y Simmons en lo Sixers o a Harden y Chris Paul en los Rockets, dos de los equipos que se interesaron por él y parecen más preparados para asaltar el anillo.

Pero ‘King’ James optó por el camino más exigente: unir su nombre al de una franquicia gloriosa, la de los Lakers, y al de leyendas que han escrito la historia del baloncesto (Chamberlain, Jabbar, Magic Johnson, Kobe Bryant…), pero también a un equipo que hace cinco años vive lejos del glamour de tiempos pasados.

Después de firmar un contrato de 154 millones por cuatro temporadas, Lebron se plantea, a sus 33 años, devolver al primer plano a los Lakers cuyos últimos días de gloria llegaron con  Kobe y Pau Gasol y los títulos del 2009 y el 2010. A la llamada de Magic Johnson por reconducir el destino de la franquicia se han sumado también hombres con experiencia como Rondo, Stephenson, Beasley y McGee que deben complementar el talento joven de Ingram, Kuzma o Ball, para cruzar la barrera de los ‘play-off’ y solo en caso de que la química funcione, plantearse retos mayores.

CELTICS Y ROCKETS, LOS ASPIRANTES

No será fácil ni para unos revitalizados Lakers, ni tampoco para dos potencias como Boston Celtics y Houston Rockets, que cotizan muy al alza en las apuestas, desafiar el reinado de los Warriors, los campeones de tres de los últimos cuatro años, en la temporada que comienza en la madrugada de martes a miércoles con dos citas escogidas Celtics-Sixers y Warriors-Thunder.

Si ya era difícil cuestionar su hegemonía con estrellas como Curry, Durant, Green y  Thompson, mucho más lo será esta temporada si cuaja el fichaje de DeMarcus Cousins, uno de los mejores pívots de la Liga, que se restablece de la rotura del tendón de Aquiles que sufrió en enero.

Detrás de los Celtics, que recuperan a los lesionados Kyrie Irving y Gordon Hayward, para unirse al talento joven (Tatum, Rozier, Brown, Horford…) que ya alcanzó la final del Este la pasada temporada, y de los Rockets, que han reclutado a Carmelo Anthony para dar el último paso hacia la final, aparecen un nutrido grupo de aspirantes que deben continuar su progresión para alcanzar el siguiente nivel, como los propios Sixers, los Utah Jazz de Ricky Rubio y Donovan Mitchell o los Raptors, mejor equipo del Este en la pasada campaña, teóricamente reforzados por el cambio de Kawhi Leonard por DeMar DeRozan que recala en unos Spurs a la baja, que pierden también a Ginóbili y Parker.

NUEVOS TALENTOS

Los traspasos de Lebron,  Leonard o  Cousins son algunos de los más llamativos que se han producido este verano, que ha contado con cambios significativos (DeAndre Jordan, de Clippers a Mavericks; Ariza, de Rockets, a Suns; Rondo, de Hornets a Lakers…) y sobre todo con la expectación que han despertado los nuevos talentos del ‘draft’, en especial el número uno Deandre Dayton (Suns) o el exmadridista Luka Doncic, incorporado por los Mavericks.

La presencia española se mantendrá en nueve jugadores, encabezados por Pau Gasol, que afronta su 18º temporada en unos Spurs muy remodelados, José Manuel Calderón, que iniciará su 14º curso en los Pistons, Marc Gasol (11 años en los Grizzlies), Serge Ibaka (Raptors, 10º temporada), o Ricky Rubio (8º temporada, Utah). A esa hornada de veteranos les siguen Mirotic (Pelicans), Abrines (Thunder), Willy Hernangómez (Hornets) y Juancho Hernangómez (Nuggets) ampliando el camino que en su día abrió el malogrado Fernando Martín.